El proceso lógico que afrontaban las parejas tradicionales no es más que una antigualla en la Argentina post-devaluación. La idea del casamiento con megafiesta incluida, luna de miel en un hotel elegante y, en la medida de lo posible, vivienda propia, suena a sueño imposible para un enorme porcentaje de la población. No hay sólo un cambio de cultura: hay también una realidad económica angustiante. A partir de esta noche a las 22, Telefé pone al aire un programa de la factoría de Marcelo Tinelli que se propone intervenir en la cuestión. “La gran propuesta”, un ciclo de entretenimientos para novios, ofrece como premio mayor regalarle el casamiento a la pareja concursante ganadora.
Conducido por la actriz y cantante Claribel Medina, el nuevo ciclo es una oportuna idea de Endemol (la misma productora de “Gran Hermano”), que tuvo una buena recepción de los televidentes durante las ocho temporadas que se emitió en Holanda. En “La gran propuesta”, tres parejas por emisión compiten entre sí en una serie de juegos de ingenio, habilidad y de coincidencias entre los miembros de cada vínculo, que previamente son filmados en el mismo momento en que el hombre le propone matrimonio a su chica. Como premio, la pareja ganadora se casa en vivo y en directo en los estudios del canal, además de recibir el dinero para cubrir los costos de la fiesta, el juego de alianzas, la noche de bodas y la luna de miel. “El programa va a tener una gran carga emotiva, porque va a incluir la historia de las parejas y cada una de las propuestas de casamiento. En este sentido, creo que excede al marco tradicional de los ciclos de entretenimientos”, dice a Página/12 la puertorriqueña, que desde el 2 de septiembre también conducirá “Dar en el plato” (lunes a las 21, por elgourmet.com), otro ciclo de entretenimientos.
–¿”La gran propuesta” es un programa de entretenimientos o un reality show disfrazado?
–Creo que es un programa de emociones, porque en cada historia se mostrará el desarrollo de la pareja, desde que se conocieron hasta que decidieron casarse. Incluso, el programa servirá para desmitificar la idea de que el casamiento es sólo un sueño de mujeres. Uno tiene que ver las cosas que dicen estos hombres sobre su mujer elegida. A mí me pasa que al ser cada historia un acto de fe, el programa deja de ser de entretenimientos, va más allá del mero juego. Es emocionante ver cómo, a pesar de todo, la gente sigue apostando a la felicidad y a creer en su pareja. Es algo maravilloso, porque nos da la idea de que, pese a todo lo que nos está pasando, el amor es el amor. La gente aún sueña y cree en tener una pareja para toda la vida. Entonces, cuando uno ve ese amor tan profundo entre un hombre y una mujer, no tiene oportunidad de no sensibilizarse.
–¿La idea es llevar una mirada esperanzadora a la gente?
–El programa les muestra una luz de felicidad en el horizonte. Porque son los mismos participantes los que personifican esa luz de esperanza. Conociendo la agresividad y los problemas que tienen la Argentina y el mundo, conocer gente que aún quiere luchar es maravilloso. Creo que el programa servirá como disparador para darnos cuenta de que en realidad somos los seres humanos los que construimos la sociedad y la realidad en la que vivimos y vivirán nuestros hijos. En estas condiciones, poder hacer un programa de este estilo es un acto de fe. Por eso creo que este tipo de programas son necesarios para ayudar a poner en un lugar protagónico la sensibilidad de los seres humanos.
–¿Es fácil o difícil hacer un programa de entretenimientos en un país en este estado?
–Esta es una Argentina difícil, con muchas dificultades económicas, con mucha tristeza y desesperanza. Por eso digo que el programa transmitirá luz. Es en las situaciones de crisis donde más se debe apostar a la vida, ya que, si no, es muy difícil salir de ella. Realmente espero que elprograma logre transmitir alegría, emoción y amor. Con eso me doy por satisfecha.