Lun 16.09.2002

ESPECTáCULOS • SUBNOTA

Opiniones de adentro y de afuera

- Raúl Rosales (guitarrista de Ráfaga): “Lo que está pasando genera una gran incertidumbre, porque no sabemos quién es el dueño de la verdad. Pero creo que la música no tiene nada que ver con esto. Algunos usan a la música como una forma de escape, para huir de sus miedos. Y si esto sucede es porque hay algún conflicto en la personalidad de quien lo hace, pero de ninguna manera lo podés relacionar con la música o con la corta edad. Para mí es mas personal que otra cosa. Si uno está bien consigo mismo puede estar bien con el resto y nada te puede afectar al punto de quitarte la vida. Lo específico de la cumbia o el cuarteto no tiene nada que ver con todo esto. Parece que estamos condenados a que nuestros ídolos se nos vayan muy temprano, como por ejemplo Jim Morrison. Si uno vive a full, tarde o temprano va a terminar mal. Es la opinión de un simple músico”.

- Juan Carlos Ameri (representante de Jambao): “A los artistas hay que rodearlos más en la parte humana que en la comercial; una cosa es la persona y otra cosa es el artista que factura. Se trata de un trabajo en el que hay un porcentaje de riesgo debido a un sistema que está armado para hacer varias presentaciones por noche, y a veces se anda más rápido de lo que se debe o en condiciones que no son tan favorables: de noche y muchas veces con lluvia o nieve. Uno tiene que adaptarse a la situación y, evidentemente, se corren más riesgos que en otra actividad. Todo pasa por los elementos que estoy nombrando y no por otro trasfondo como el de tildar al negocio de la bailanta de mafioso. En este trabajo, hay buena y mala gente como en cualquier actividad. En el caso Walter Olmos, fue un chico surgido de un lugar muy humilde, de poca formación y muchas carencias, que de golpe se encontró manejando una situación para la que no estaba preparado”.

- La López (solista de música tropical): “No creo que la relación entre artistas y la muerte joven sea un fenómeno atribuible únicamente al cuarteto o a la cumbia. También hemos encontrado este fenómeno en otros géneros donde han muerto cantantes jóvenes y no ha sido justamente por causas ‘naturales’. Tampoco creo que los grandes terminen así, como si fuese un destino ya grabado, fatalista. Por un lado, tiene que ver con uno mismo, con las posibilidades que tenemos para ir aceptando y adaptándonos al crecimiento, a las exigencias que implica el éxito; como también a las críticas, a los períodos de poco trabajo, etc. El mercado del cuarteto y la cumbia se ha desarrollado a través de las bailantas, a las que podés concurrir pagando poco y disfrutando de varios shows de diferentes artistas. Esto fue generando una demanda cada vez más exigente para el artista, porque hay que sostener económicamente toda una estructura. Podemos estar tentados a pisar cada vez más a fondo el acelerador, pero también contamos con la posibilidad de no pisarlo”.

- Juanjo (representante de Metaguacha): “Es muy difícil controlar a toda esta gente cuando de la nada pasa a tener mucha popularidad y un ingreso económico que nunca tuvo. Y adquieren todos los delirios de grandeza posibles. Ahora, de ahí a pensar que está funcionando una especie de mafia dentro de la bailanta hay un gran trecho. Son simplemente fatalidades”.

- Goy Ogalde Gluzman (Karamelo Santo): “Todo lo sucedido con relación a la muerte de cantantes de cuarteto se debe al resultado de una vida corta vivida intensamente, acompañada con el sentimiento de revancha con el mundo que lleva a estos compadres a descuidarse con su vida. También me lleva a pensar que la gente que vende sus espectáculos no los protege, sino que los incentiva para que ocurra lo peor para seguir vendiendo todo lo que se pueda. La muerte de Walter es lo peor que les podía pasar a los que negociaban con Gilda y Rodrigo”.

- Miguel Cantilo: “La muerte está siempre preparada para intervenir donde se la convoca. Jugar con armas de fuego, con coches veloces o micros que fatigan las rutas para llegar a tiempo a una sobreprogramación de shows, o jugar con drogas pesadas, son formas que tienen cierto tipo de artistas para sostenerse en la cuerda floja de la fama. No importa el estilo musical o si hay talento o no, esas son apreciaciones personales. El hecho es que el juego en los límites se relaciona con la omnipotencia que da el éxito masivo. El resultado es una larga lista de famosos que dejaron entrar la muerte a sus vidas simplemente por descuido. Pero si hay una diferencia entre la muerte bailantera o la rockera es sólo una cuestión de estilo”.
Producción: C.V.

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