“Este libro trata de cerrar una historia personal”, cuenta Edgardo Esteban sobre el texto de Iluminados por el fuego. Y explica: “Nació cuando los fantasmas no me dejaban dormir. Como una especie de terapia porque había probado todo: psicoanálisis, teatro, control mental, y dije: ‘Lo voy a escribir’. Me dijo mi analista: ‘¿Estás loco?’. Le dije: ‘¡Sí!’. Por eso escribí el libro. Ahora ya el proyecto es de Tristán, yo soy un observador adelantado de su aventura. La película mostrará a un personaje que vive el infierno de la guerra, siendo joven, y en este caso, también se verá la muerte y el horror que continuó cuando volvimos, en esa otra muerte que fue la marginación de los que pudimos volver. No es casual que la cantidad de suicidios sea similar a la cantidad de soldados muertos en combate. Todavía hoy se habla de la guerra, de los soldados comiendo basura, congelados, orinándose encima porque el frío nos impedía mover las manos, abrirnos la bragueta, pidiéndole a Dios y a todas las Vírgenes que se termine. No es fácil para un chico de 18 años, ni para un hombre de 30, de 40, ni 50. Y creo que si Gastón (Pauls) logra por minutos siquiera, esa mirada de niño viejo que es la del ex combatiente, habrá logrado la intensidad del personaje. Esto ya no me pertenece”.