Contrariamente a lo que podría suponerse, no son los políticos sino los artistas quienes más se quejan de salir “mal parados” de “TVR”. Según Morgado, “los músicos se ponen de la nuca. No les gusta nada que los critiquen. Justamente los rockeros, que por el sólo hecho de serlo no tendrían que quejarse. Lo que pasa es que hay un problema de ego muy grande entre los artistas, que los vuelve intolerantes. Hace poco tuve un problema con Pappo. Resulta que ‘Tino y Gargamuza’ habían dicho en el programa: ‘qué lástima que por ser músico desaprovechó una excelente carrera de verdulero’. Y a Pappo no le gustó nada. Entonces me encaró en un restaurante y no sé con qué cosa me verdugueó. Por suerte teníamos un amigo en común que aflojó la situación, porque si no me surtía”.
–¿Y no les llegan críticas de los políticos?
Nunca. Incluso, una vez me crucé con Ruckauf y sus custodios. Pensé que me iba a matar, pero el tipo sonrió, me saludó y me felicitó por el programa. Ahí pensé: “¿Estaremos haciendo algo mal?”. Pero en realidad es porque no necesitan enojarse, ya que en la TV los políticos ponen en práctica un dispositivo mediante el cual utilizan el medio para sus propios intereses, a cualquier costo. Van a programas aun cuando saben que saldrán mal parados. Pero igual van, porque les sirve estar, ya que en la tele no se debaten ideas. Ponen en práctica la máxima de Goebbels: “Miente, que algo queda”. La “farandulización de la política” es uno de los defectos más notorios de la TV actual.