Dentro de la programación musical del Festival Internacional de Cultura de las Tres Fronteras, Gilberto Gil recomendó especialmente a las Bandolins de Oeiras, un grupo de cinco “chicas” ejecutantes de mandolina provenientes de Piauí, en el nordeste de Brasil, cuyas edades van de los 71 a 83 años. Lo primero que hizo Gil al arribar a Misiones fue invitarlas a dar un concierto especial en el jardín del Sheraton. Las Bandolins aclararon que era la primera vez que actuaban fuera de las fronteras de Piauí y, con los nervios del caso, se largaron con un repertorio que incluyó ritmos tradicionales del nordeste, La Cumparsita y, claro, temas del anfitrión. Gil las escuchó con los ojos cerrados y las acompañó bajito en Eu so quero un xodó. A la noche fue a ver a otros brasileños, la populosa banda militar de Los Fusileros Navales, que hizo sonar clásicos de la música popular brasileña y del mundo con arreglos de big band.