ESPECTáCULOS
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Breve historia del butoh
En las décadas del 20 y del 30, algunos bailarines japoneses viajaron a Europa, en particular, a Alemania, para impregnarse de las novedades en danza y teatro. Luego retornaron a su país. Cuando surge la danza butoh en la década del 60, a las marcas de su contexto histórico bélico se agregan las de la interacción con vanguardias europeas, como la danza expresionista alemana (Neue Tanz), las corrientes de improvisación y el teatro antropológico de Grotowski. Así, el butoh reúne formas artísticas tradicionales del Japón (teatro Noh y Kabuki) y aportes occidentales. Nace exactamente en 1959, el día de la performance de Colores prohibidos, compartida por el actor Tatsumi Hijikata y el bailarín Kazuo Ohno, con textos del poeta y dramaturgo Yukio Mishima. Kazuo Ohno nació 1906. En 1986, visitó la Argentina y una de sus labores más aclamadas se llama Admirando Argentina. Hoy, a los 98 años, en su silla de ruedas, sigue bailando y mostrando su creatividad continúa activa en todas las etapas de la vida. Acaba de filmar una película con su hijo, también bailarín, Yoshito Ohno, quien dicta clases en Japón y Europa. Otro de los fundadores fue Akira Kazai, quien creó paralelamente una corriente terapéutica para rehabilitar discapacidades físicas. En sus comienzos, calificados como extravagantes, sucios y locos, estos vanguardistas iniciaron una renovación que hoy se extiende más allá de las fronteras de la isla donde nació.
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