“Hacer el programa requiere una movida terrible”, apunta Ricardo Pichetto, de Cuatro Cabezas. Cada equipo de E-24 que se encarga de seguir el desarrollo de una guardia está conformado por alrededor de 15 personas, entre productores, sonidistas y camarógrafos. Como cada una de las guardias médicas en los hospitales es de 24 horas corridas, Cuatro Cabezas utiliza dos equipos diferentes con cuatro cámaras que se turnan cada 12 horas. “Está todo organizado –cuenta Pichetto– de modo que quien concurra a un hospital no vea las cuatro cámaras en un pasillo. Fuera del hospital tenemos una base logística para los tiempos muertos, mientras que adentro cada cámara trabaja en grupos de dos o tres personas separadas para que no hagan muchedumbre y pasar lo más inadvertido posible.” Cada una de las imágenes que se emiten en el programa están avaladas por el consentimiento firmado de los pacientes y el personal médico involucrado. “En la mayor parte de los casos –explica Pichetto– el consentimiento es previo a la filmación. Y hay un porcentaje menor en el que la emergencia se graba provisoriamente y recién cuando el paciente está estabilizado se le pide autorización para emitir las imágenes. Si el paciente o los médicos no nos dan el consentimiento, las imágenes se desechan inmediatamente.” En estos momentos, Cuatro Cabezas se encuentra produciendo E-24 para la televisión chilena y la española.