ESPECTáCULOS
• SUBNOTA
Apuntes de la cuarta ceremonia
- “Un aplauso para Pugliese, el santo de los músicos que hizo que hoy no llueva”, pidió Eduardo Schmidt, cantante de Arbol, tras el debut de Suerte, canción que homenajea a Don Osvaldo. Quien sabe si habrá sido por su carácter de talismán antimufa, pero lo cierto es que la tormenta del viernes se cortó y apenas dejó un poco de barro en los accesos al estadio.
- El VIP estuvo más concurrido que en cualquiera de las noches anteriores del festival. Además del habitual cotilleo de modelitos y actrices, hubo varios músicos que no tocaban esa noche viendo el set acústico de Cabezones, en el intermedio entre los shows de Kapanga y Catupecu. El ventanal en la parte baja de la platea es como una pantalla gigante para ver de frente el escenario principal.
- En los camarines, los músicos se calzaban las zapatillas que les regalaban junto con un bolsito estampado con el logo del festival. El paso siguiente era ir a probar el “yogur loco” del Mono de Kapanga, aderezado con yerbas misteriosas.
- “La pasé muy bien, todavía estoy sorprendido y para mí es un privilegio estar en este país, porque cuando uno camina por el mundo sabe que en la Argentina se hace buena música”, comentó Robi Draco Rosa después de su show. Lejos de recordar la vida loca, el puertorriqueño aprovechó la ocasión para volver a expresar su fanatismo por Luis Alberto Spinetta y “vendió” su show de mañana: “Cuando me ofrecen una oportunidad de tocar lo hago, aunque me agradan más los lugares pequeños... Por lo que lo de La Trastienda va a ser un poco más largo”, anunció.
Nota madre
Subnotas
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Apuntes de la cuarta ceremonia