Jorge Palant escribió su primer texto teatral a los 17 años. Era un homenaje a su admirado Florencio Sánchez y lo tituló Barranca arriba (jugando con el título de la potente Barranca abajo, de Sánchez). Su padre, el dramaturgo, ensayista, abogado, historiador y crítico Pablo Palant (1914-1975), quien dirigió durante años un seminario de autores noveles en Argentores, decidió entonces que aquel trabajo debía ser leído. “Todavía no era una obra”, apunta el autor de Requiem. A los 23, estrenó La noche y sus campanas –en el teatro Florencio Sánchez (de Boedo), cerrado en 1974– y El invitado, en 1966. En Las visitas, pieza que dirigió Sergio Renán y en la que actuaron Susana Lanteri y Zulema Katz, hurgó en el poder y la servidumbre desde sus componentes grotescos. “Después del estreno, en abril de 1972, vino a verla Paco Urondo. Fue él quien me dijo que esa obra era una reflexión sobre el poder”, puntualiza el autor. Palant dice arrancar de imágenes y no de temas, por eso lo sorprenden las conclusiones a las que arriban colegas y artistas. Una situación semejante vivió respecto de Tango roto, estrenada en 1996 en una de las ediciones del Festival de Avignon y dentro del circuito alternativo. “Cuando la escribí, estaba atravesado por las letras de los tangos. Observé que cuando se baila tango la pareja busca la armonía, pero cuando el tango es cantado, la pareja, como figura, aparece distanciada. Quise darle a esta obra un clima intimista, pero no lo vieron así otros. Un director argelino señaló que la “desarmonía” reflejaba desvalimiento, inercia e impotencia política. Esa deducción lo condujo a comparar política y socialmente a Argentina y Argelia.” Otros títulos de Palant son La cena está servida (1973), Vine a verte, papá y Cabareteras. En 1986, estrenó Antes de la fiesta (en Uruguay), y en 1988, en Buenos Aires, Griselda en la cuerda. Entre las obras escritas en la década del ‘90 figura El albanés, referida a la impunidad y el crimen político por encargo. Es un retrato de la alianza de los políticos con las estructuras mafiosas.