ESPECTáCULOS
• SUBNOTA › UNA MUESTRA DE FOTOGRAFIAS EN EL MUSEO DEL CINE
Retratos de un tiempo pasado
Vestida con los colores de Boca Juniors en una tapa de la revista El Gráfico –donde puede vérsela pateando una pelota junto al jugador Norberto “Nano” Gandulla, exhibiendo unos muslos muy bien torneados– o modelando en blanco y negro para un catálogo personal; posando en malla enteriza para la revista Guión, luciendo una mantilla de zorro, salida de baño o distintos tocados, sombreros y capelinas. Así podrá verse, desde la semana próxima, a ese precedente de la mítica Evita que fue Eva Duarte, esa morocha venida de Junín a Buenos Aires a mediados de los ‘40 con la ambición de triunfar en la radio y el cine.
Integrada por una colección de 26 fotografías tomadas en estudio por el artista polaco Sivul Wilenski, pero también por reproducciones de tapas de revistas de la época, fotos de las películas en las que actuó y afiches de films basados en su vida y obra, la megamuestra “Evita Duarte, esa actriz” –que presenta un importante volumen de material inédito– abrirá sus puertas el jueves de la semana próxima a las 19, en la sede del Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken, Defensa al 1200. Con entrada libre y gratuita, podrá visitársela de lunes a viernes, de 10 a 18, y los domingos de 15.30 a 18, permaneciendo abierta hasta fines de agosto. Como se estila en los museos más importantes del mundo pero es infrecuente en Argentina, la muestra no consistirá en el mero “colgado” de las piezas expuestas sino que incluirá una puesta en escena, con decorados reconstruidos para la ocasión y un recorrido pautado, que reproducirá el trayecto emprendido por Evita desde su llegada a Buenos Aires hasta su fusión con el Mito.
El visitante ingresará a la muestra a través de una típica callecita porteña e irá dando con los diversos ámbitos en los que Evita desarrolló su actividad. Así, desde la “pecera” de un estudio de radio podrá “ver” a la señorita Duarte junto al micrófono, durante una de sus presentaciones en el radioteatro de la época. Luego podrá recorrer, a través de las fotografías de Wilenski, las distintas caras de la estrella del éter en pleno ascenso, para dar más tarde con la Evita actriz de cine, la pin up girl a la criolla y, finalmente, el Mito, representado ahora por las actrices que la encarnarían más tarde en cine, teatro y comedias musicales. No sólo aparecerán allí Madonna, Esther Goris o Flavia Palmiero, sino una beldad japonesa –teñida de rubia– protagonista de la ópera rock de Andrew Lloyd Webber en la puesta nipona.
La estrella del conjunto son, sin duda, las 26 fotos que llevan la firma de Wilenski, artista polaco del claroscuro que supo trabajar sobre todo para la revista Sintonía –fotografiando para sus tapas a estrellas como Tita Merello, Amelia Bence, Niní Marshall y Libertad Lamarque– y cuyo arte del modelaje con la luz no desmerece el de colegas eminentes como Annemarie Heinrich o Nicolás Schönfeld. Wilenski hizo posar a Evita entre rosas, gladiolos, varas de mimbre, velos, humos y muguets, suavizando sus rasgos con filtros y realzándolos mediante luces y contraluces. Durante la última dictadura, este tesoro fue conservado por el Museo del Cine a resguardo, a fin de evitar vandalismos. No puede pensarse en ocasión mejor para sacarlo a la luz que el cincuentenario de aquel 26 de julio en que la ex actriz pasó a la Historia, la Eternidad, el Mito.
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