“El mejor control es el control remoto”, dijo cierta vez la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, bajo acoso de la oposición derechista por el objetivo, finalmente abandonado, de dotar al país de una ley, no de control de medios sino de comunicación de la democracia. A esa expresión destinada a congraciarse con los conglomerados que dominan totalmente el sector, con magros resultados según se puede ver por estos días, dirigentes del Partido de los Trabajadores le respondieron que en Brasil, cuando uno cambia de canal, se encuentra con decorados diferentes, pero los contenidos son siempre los mismos.

Esta anécdota se inscribe en el debate sobre las potestades reales del público y sus posibilidades de discernimiento ante los mensajes que recibe, tema mencionado en esta misma sección el 29/7/15 por Roberto Olivieri Pinto (http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-278183-2015-08-02.html).

Esa nota llamó la atención sobre una publicidad del diario Clarín en la que se expresaba que el público cree lo que elige creer, independientemente de lo que le digan los medios. Olivieri Pinto expresó su preocupación porque esa postura diluye por completo la cuestión de las responsabilidades del emisor y principios que en teoría rigen la labor de los medios, como el apego a la verdad y la adhesión a los hechos.

Las suposiciones sobre el propósito de este mensaje de Clarín pueden ser varias. Si, como afirma el catedrático, desdeña una responsabilidad central, también se puede sostener que pretende desconocer los márgenes variables de influencia que los mensajes mediáticos sí alcanzan en los receptores, por más que tengamos en nuestro poder el control remoto y podamos usar las hojas del diario para el muy apreciable servicio de envolver huevos.

Y este tema está estudiado y comprobado. Por caso, una verificación expresa concierne justamente a una de las empresas del grupo Clarín. En junio de 2013, Unicef Y la Fundación Huésped acordaron con la producción de la telenovela Solamente vos incluir en la ficción, en una secuencia en la que un personaje adolescente iba a tener relaciones sexuales, un mensaje a favor de responsabilizar por igual al varón y la mujer en la propuesta y el uso de métodos de prevención de enfermedades y embarazo. Universos similares de televidentes del espacio fueron encuestados antes y después del desa- rrollo de esos discursos, de lo que resultó que pasó de 40 a 54 por ciento la porción de receptores con posición favorable a que la mujer provea el preservativo, tanto como el hombre. Asimismo, quienes estaban muy de acuerdo con que una mujer adolescente proponga el uso de preservativo pasó de 53 a 70 por ciento (http://enredados.org.ar/staging/wpcontent /uploads/2015/06/Inicio-Sexual-y-Empoderamiento-de-la-mujer-en-TV-Paper_Huesped_Unicef.pdf).

Estas evoluciones, muy significativas por haberse comprobado en unos pocos días, vienen a desmentir aquel mensaje del diario y a demostrar que todo contenido tiene un cierto margen de incidencia, por cierto variable, pues no responde a ningún patrón permanente ni a reglas fijas.

Sobre aquella publicidad se puede deducir también que llevaba el intento por negar indirectamente el poder extraordinario que otorga detentar la propiedad de cientos y cientos de medios, contando diarios, canales de televisión, radios y espacios en las redes. Si el mensaje nada determina –“el receptor es el que todo lo decide”–, la concentración atroz que persiste a raíz del bloqueo judicial a la aplicación de la ley 26.522 pierde el carácter decisivo para la democracia que tantos sectores de la comunicación le atribuyen.

Este es un aspecto especialmente sensible para el futuro próximo, porque habrá que ver si el gobierno que asuma el 10 de diciembre mantendrá o no el objetivo de alcanzar una estructura democrática de medios en el país, y qué medidas adoptará para avanzar hacia ello.

Es justamente la experiencia argentina con el incumplimiento de la ley 26.522 lo que llevó al ex juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Za- ffaroni a plantear la necesidad de que la norma antimonopólica en medios adquiera rango constitucional. Ese desafío, junto con otros posibles, como impedir que los propietarios de medios tengan negocios en otros rubros esenciales (financieros, energía, alimentos), son temas pendientes en el país, aunque dependerá de una compleja conjunción de factores políticos que puedan ser abordados.

* Escritor y periodista, presidente de Comunicadores de la Argentina (Comuna).