“Yo acuso a la industria armamentista norteamericana de los miles de muertes que están ocurriendo hoy en México”, afirmó el sábado en California el presidente mexicano, Felipe Calderón, conservador y aliado de los Estados Unidos. En los últimos cuatro años hubo 35 mil muertes por la guerra del narcotráfico en México. Ayer se informó que más del 70 por ciento de las casi 30 mil armas decomisadas en ese país entre 2009 y 2010 son de los Estados Unidos, cuyo gobierno presionó al mexicano para convertir a México en el actual escenario de una sangrienta guerra.