Coy Mathis tiene seis años. Nació varón, pero se siente y viste como una chica. Vive en Colorado, Estados Unidos, y al pasar del jardín de infantes a la primaria, la escuela Eagleside Elementary consideró que debía usar exclusivamente el baño destinado a los chicos. Los padres rechazaron la decisión, por lo que recurrieron a la División de Derechos Civiles del gobierno de ese estado. Ayer, el organismo les dio la razón. “Prohibir a Coy usar los baños femeninos –explicó en su dictamen– crea un entorno hostil tanto objetiva como subjetivamente, así como intimidatorio y ofensivo.”