“Fight for 15” (Lucha por los 15 dólares) fue el grito que se escuchó ayer en los Estados Unidos. Miles de empleados de las cadenas de comida rápida McDonald’s, Wendy’s y Burger King de 150 ciudades realizaron una huelga para pedir un aumento del salario mínimo de 7,25 a 15 dólares la hora. Sacaron el reclamo a las calles y la policía respondió con más de 70 detenciones. “Sabemos que será una batalla dura... Venceremos”, explicó a la televisión Latoya Caldwell, empleada de la cadena Wendy’s en Kansas City y madre soltera de cuatro hijos.