El ejército brasileño no pedirá disculpas por las violaciones a los derechos humanos, afirmó un grupo de generales retirados que expresó además su “convicción” de haber “salvado” al Brasil y reclamó que sea el ministro de Defensa, Celso Amorim, quien “pida disculpas”. “Del Ejército de Caxias no vendrán (las disculpas)”, expresa el documento –que alude al patrono del ejército–. Nosotros expresamos nuestra convicción de que salvamos a Brasil”, exalta el texto, firmado por 27 militares que ocuparon altos cargos durante la dictadura.