Un niño de 10 años que había sido aplastado por una columna cuando jugaba en el patio de una iglesia evangelista, de la localidad bonaerense de Manuel Alberti, murió ayer tras permanecer un mes en el Hospital Austral, donde fue sometido a ocho operaciones. Julio Rosso, padre de David Emanuel, afirmó que le quedó una deuda de 1,3 millón de pesos con el hospital, ya que el pastor a cargo de la iglesia lo dejó “en Pampa y la vía” cuando los gastos superaron los 300.000 pesos. Asegura que antes de abandonarlo, el pastor le dijo: “Esto me está saliendo más que un auto de alta gama”.