Jue 11.08.2016

PSICOLOGíA  › ADELANTO DEL LIBRO EL ARTE DE LO REAL DE NATALIA NEO POBLET Y GUIDO IDIART

Escrituras que anudan

En un artículo publicado en el libro recién presentado por la editorial Letra Viva, donde también es compiladora, la psicoanalista utiliza el libro Las primas de Aurora Venturini, premiado por Página/12, para analizar las relaciones entre lengua, literatura, arte y psicoanálisis.

› Por Natalia Neo Poblet *

El diario Página/12, en el año 2007, otorgó el Premio Nueva Novela a Las primas. Parece que por su originalidad y su fuerza en la escritura. Al abrir el sobre, el jurado se encontró con que la autora tenía en ese entonces ochenta y cinco años. Pensaron, en ese momento, que era una broma del escritor, pero no.

Aurora nació en el año 1922, en La Plata. Se graduó en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de la misma ciudad. Fue asesora en el Instituto de Psicología y Reeducación del Menor, donde conoció a Eva Perón, de quien fue amiga y con quien trabajó.

En una entrevista (realizada por Liliana Viola en el suplemento Radar) Aurora dice: “Las primas soy yo”, la misma que engendra la voz de la protagonista: Yuna. Es en esa misma entrevista donde denuncia “Las primas soy yo, es mi familia. Nosotros no éramos normales. En casa todas mis hermanas eran retardadas…Y yo también. La idiotez, divino tesoro”.

Aurora dice ser una “minusválida de manual” porque aclara que para lo único que sirve es para escribir, “soy una inútil, no sé hacer nada, lo único que hago es escribir”. Cuenta que escribe ocho horas por día y eso no la fatiga.

Aurora escribe párrafos enteros sin signos de puntuación, porque si pone el signo se le va la idea, como le pasa también a Yuna, la protagonista de Las primas.

En una entrevista le preguntan: ¿Por qué estudió psicología y no literatura? Y ella responde: “Yo no quise literatura porque eso ya sabía. Quería entrar en las cosas misteriosas. Siempre me gustó el ocultismo. La psicología en parte es eso, ¿o no?”1.

Al final de la entrevista Aurora comenta: “¿Ustedes se vieron? No son muy normales. No se crean…Ustedes también son las primas”.

Novela que escribió en sólo dos meses.

Escritura del sentido u Otra Escritura

¿A qué llamamos escritura?, ¿qué escribe?, ¿qué se escribe?

Solemos pensar y usar el término escritura para referirnos a esa escritura que otorga sentido, que representa.

Esta escritura del sentido es la característica principal del lenguaje; donde el pensamiento es bidimensional, es decir, se maneja en oposición (es blanco o negro, es malo o bueno), se maneja con la causa y el efecto. Este pensamiento bidimensional nos deja en una encerrona mental y a la vez, el lenguaje nunca llega a poder decirlo todo, siendo esto la inadecuación propia del lenguaje.

Ahora bien, el sujeto está construido por el lenguaje. Somos hijos del lenguaje. Ya desde antes de nacer hablan de nosotros, nos ponen un nombre y es el otro el que nos nombra. Somos lo que dicen de nosotros. Es así como el sujeto se va construyendo a partir de lo que le han dicho. Por esto afirmo que uno es hablado por el otro y en todo caso luego será tarea escribirse con la propia pluma y letra de uno.

Pero, hay también “otra escritura” que rompe con ese sentido dado, con el lenguaje que cotidianamente manejamos. Esta otra escritura no está relacionada con la gramática, se sale de la misma.

Enmarco a esta otra escritura en aquella que ha transformado algo de lo dado, algo de lo establecido. Es decir, cuando se produce otro anudamiento.

A esta otra escritura no hay que pensarla ordenada a la significación. Implica la afectación en el cuerpo, aconteciendo un nuevo anudamiento. El nudo mismo es una escritura2. Y esta escritura soporta un real3.

Como la lengua es del Otro, no es propia, se deberá armar una otra lengua. Pasar del saber del Otro a un saber nodal, es decir, a un saber que no es el saber del Otro, sino a un propio saber.

Si la lengua es del Otro, nuestra tarea como psicoanalista, será el movimiento de la lengua. Hacer un pasaje de la lengua del Otro a una nueva otra lengua.

Ahora bien, en este pasaje ¿se produce esta otra escritura?

Derrida plantea: “No tengo más que una lengua, y no es la mía”. “Mi lengua, la única que me escucho hablar y me las arreglo para hablar, es la lengua del otro”4. “Mi lengua es extranjera”.

Es por esta razón que pienso al psicoanálisis como una propuesta de lecto-escritura. Proceso que implica una lectura y la posibilidad de otro anudamiento. Esto puede ser una revelación para el sujeto y es en ese punto que se inventa cada ser hablante.

El arte puede producir ese otro anudamiento, llegar a ser una escritura, aunque no siempre. “La escritura cambia el sentido (…) viene de otra parte que del significante”5.

“La escritura sirve para cernir un real”6. Lo real es eso imposible de ser simbolizado. Es por esa imposibilidad que “La escritura está siempre en relación a lo que no puede escribirse”7.

Es en este punto que podemos plantear que puede llegar a funcionar, en algunos casos no en todos, el arte como una escritura al hacer un tratamiento de lo real, es decir, aquello que está excluido del sentido, eso que es imposible de escribir, se escribe y no es sin esa imposibilidad.

¿El escribir de la pintura o la pintura que escribe?

En la novela “Las primas”, Aurora Venturini relata una familia disfuncional de clase media baja. Ambientada en los años cuarenta en la ciudad de La Plata.

Yuna, la protagonista, está rodeada de cuatro mujeres: su madre inmersa en la tristeza, su hermana paralítica y retrasada, su tía un tanto loca y su prima enana.

Yuna aparenta cierta normalidad, aunque su madre lo niegue, Yuna prefiere hablar lo menos posible para que los demás no se percaten de su retraso, retraso impostado más que nada por su madre.

A Yuna, la destaca su fragilidad ante la gramática, su insaciable voluntad por superar su “debilidad mental” y su “minusvalía”. Presenta dificultades con el lenguaje y busca palabras en el diccionario para sostener una fidelidad en el uso de las mismas y para poder completar sus frases para hacerse entender. Suele romper la lógica de la sintaxis prescindiendo de puntos y comas. A Yuna se le atropellan las palabras y tiene una dificultad en el uso de la puntuación.

Esas palabras que va aprendiendo del diccionario e implementando en su habla las remarca señalando este hecho con la palabra “diccionario”.

“Las primas”, es una novela escrita en primera persona.

Hay una fusión entre Aurora y Yuna. “Yuna soy yo” al estilo Flaubert “Madame Bovary soy yo”.

“Leía dislálicamente, dijo la psicóloga”8.

Yuna no entiende del todo el significado de las cosas. Se le dificulta leer y hacer uso de la palabra. Habla sin puntuación, porque se le escapa la idea. Lo dice así:

“[…] alongada, palabra que saqué del diccionario y mi vocabulario día a día enriqueciéndose nunca podría ser lúcido porque la palabra hablada se imbecilizaba al ser expelida por mi boca”.

“Ah… los puntos… fatigan pero adentro de la cabeza ponen ideas tantas que se atropellan y luego ya no sé qué era lo que tenía interés de aclarar (…)”.

“(…) si ponía punto o coma perdía la palabra hablada”.

Pero, Yuna, de repente comenzó a pintar lo que sentía sobre algunas escenas familiares que vivía. Pintaba en cartones y lo que pintaba eran alegorías de sus sentimientos. Hasta que en un momento, conoce a un profesor de pintura y es él quien la alienta a que pinte cada vez más. Es él quien la incita a pintar.

“(…) y como me vino la inspiración, pinté a brochazos apresurados motivos atinentes a cuanto ocurrió esa semana trágica, abundante y goyesca. Ya dije que por dentro de mi psiquis sabía detalles y formas, que era muy distinta a la boba de afuera que hablaba sin punto ni coma porque si ponía punto o coma perdía la palabra hablada (…)”.

Sus cuadros comienzan a llamar la atención y de la mano de su profesor terminan en una exposición.

Así Yuna va pasando de la debilidad mental a ser una artista. El artista con su obra ilustra su nombre.

“Qué fatigada estoy por puntuaciones y comas imprescindibles para respirar que de otra manera me ahogaría y no quiero desaparecer hasta no presentar un número importante de pinturas en el salón de Bellas Artes, dijo el profesor que sería una exposición unipersonal es decir de una sola persona que sería quien escribe estos documentos vitales que alguien leerá y se admirará no por lo escrito que carece de estilo literario sino por lo pintado que auguran y que será rimbombante en diarios y revistas y estoy orgullosa de mi obra y de que el profesor me llame niña de la corbata por mi parecido con la señorita melancólica de Modigliani”.

Podemos considerar en Yuna que la interpenetración entre lo simbólico y lo real hace que las palabras discurran sin puntuación y se atropellen sus ideas. Ahora bien, en el momento en que va avanzando en ese pintar de forma alegórica, comienza a poder hablar sin mayores dificultades; logrando así también poder hacer un borde para lo íntimo.

¿Podríamos aquí pensar que la pintura funciona como sinthome para Yuna?

Si Yuna hizo de la pintura su sinthome fue porque la pintura anudó lo imaginario que impidió que cada cuerda se vaya por su lado.

El sinthome funciona de suplencia, es decir, hace que lo imaginario que estaba suelto se una a lo simbólico y a lo real que estaban interpenetrados.

“El sinthome tiene una función de prótesis. Si lo imaginario se sustrae al cruce de lo simbólico y lo real, es posible anudarlo a estos dos últimos para evitar este derrape: se trata del cuarto redondel, el que provoca por ejemplo a Joyce un yo sustitutivo, una prótesis, que es precisamente su actividad de escritor”10.

Podemos ver como Yuna se reinventa en el acto de pintar.

“El profesor dijo que yo no era tarada sino artista plástica ensimismada y que haría una exposición de cuadros en buenos aires y que en la ciudad ya había vendido dos”.

Pese al duro comentario de su madre y al apoyo de su profesor de pintura, Yuna empieza a exponer en Bellas Artes.

“(…) Compré una tela grande para pintar mi mundo”.

“Tenía en mi cabeza líos enormes que volcaba en los cartones (…)”. “Yo sólo vivía para sentarme y pintar y el mundo circundante desaparecía dejándome en una preciosa isla de tonalidades”.

La pintura, en el caso de Yuna, la instala en el discurso, casi como si las palabras fueran sus pinceladas. Se le comienza a tornar necesaria la puntuación. La puntuación le empieza a funcionar de límite. Ubico a la puntuación como corte. Corte necesario para el armado de un relato. El relato vela ese atropellamiento de palabras. Es justamente la función del corte lo que permite que algo se anude de otra forma. Es en esa invención singular que Yuna hace algo con la lengua: de eso que tanto padecía comienza a hacer otra cosa con eso mismo. Ahí su invención.

Es muy interesante como en el transcurso del libro Aurora/Yuna muestra esa escritura atropellada y ese no disponer de la puntuación. En la medida en la que se va finalizando el libro es asombroso como la escritura deja ver que “algo” sucedió en Yuna,haciendo que tenga un uso más prolijo de la palabra.

Si pensamos que la pintura en Yuna produjo otro anudamiento es porque la termina de nombrar, la define y la instala en el discurso. Aventuraría a decir que este otro anudamiento en Yuna le presta un ordenamiento y un nuevo estar en el lenguaje.

Este otro anudamiento es una invención. Ahora bien, en Yuna, la pintura, ¿alcanzó el estatuto de sinthome?

Oscar Zack, plantea “…un sujeto a partir de su sinthome se confrontará con el desafío de encontrar aquello que de su singularidad se revela y a partir de ahí proceder a inventar una solución que contemple esta condición. Lo que el sinthome revela y la invención a la que empuja son los parámetros a partir de los cuales se señala el camino del arte como el envés del psicoanálisis, un envés que no es el del discurso del amo, sino el saber hacer del artista”11.

Ella logra inventarse haciéndose de un nombre y le permite ficcionar, es decir, armar otra versión de aquello que se le presentaba.

Logra reubicarse de otro modo y no es sin que el otro la ubique en otro lugar. Ahora es “alguien importante” para ese otro. En un principio lo fue el profesor y ahora Bellas Artes.

Yuna logra por medio de la pintura una visión poética de su órbita y empieza a hacerse con la pintura un nombre.

“[…] yo ya entraba en un campo cultural aceptable y tanto que en Bellas Artes me ofrecieron suplencias porque el profesor José Camaleón ya se jubilaba. Acepté porque ya dominaba bastante la palabra hablada y trataría de hablar lo menos y pintar lo más”.

“[…] y yo sabía que cuando algo me molestaba hablaba con mayor fluidez y llegaba a la conclusión de que pronto no necesitaría más al diccionario fuente de tanto saber y que me instruyó aumentando mi capacidad intuitiva y a veces conceptos clarísimos afloraban sin tener necesidad de agregar ídem o sea que provenían del diccionario y significaba que al pasar algunas páginas buscando el significado de un vocablo otras palabras se aclaraban y yo tenía conciencia de que alguna vez sería como todos en el arte de hablar”.

Donde había una minusválida mental, ahora hay una niña prodigio.

Se le empieza a tornar necesaria la puntuación. La puntuación le empieza a funcionar de límite.

Yuna se va dando cuenta de que ahora habita otro punto en el universo y en su uni-verso.

Deleuze, se pregunta: “¿Puede ser definido el acto de pintar sin referencia a una catástrofe que lo afecta?”12. “La catástrofe está en el corazón del acto de pintar, y esto a la vez es inseparable de un nacimiento”.

De lo que sí podemos dar cuenta es que se produce un pasaje de su discurso entrecortado y de su debilidad con la palabra a un discurso fluido.

“Trataré de aprender a colocar comas y puntos porque todo lo escrito se me viene encima como si me volcara un plato repleto de fideos sopa de letras y al lector acaso le ocurra lo mismo pero todo de una sola vez no puedo y también tengo que aprender el tema de mayúsculas y acentuaciones yo terminé sexto grado y gracias a mi capacidad artística ahora concurro a conciertos, reuniones de plásticos y he obtenido varios premios de pintura”.

Nacer es acontecer.

Notas

1. Entrevista subida por Internet el 20/12/2010. https://www.youtube.com/watch?v=hI7yiS8a764
2. Lacan, Jacques, Seminario 22: RSI, Traducción y Notas de Ricardo E. Rodríguez Ponte, Clase 17/12/1974, p. 17.
3. Ibid.
4. Derrida, Jacques, El monolingüismo del otro, Editorial Manantial, 2012, Buenos Aires, p. 35.
5. Lacan, Jacques, Seminario 23: El Sinthome, Clase ‘Para Concluir’, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2013, p. 143.
6. Poblet Neo, Natalia e Idiart, Guido: Compiladores, La máquina des-escribir. El sujeto entre líneas, Editorial Letra Viva, Colección Literatura y Psicoanálisis, Texto: “Tachaduras” de Barral Elizabeth, 2014, Buenos Aires, p. 97.
7. Ibid, texto “Lo que no se escribe” de Nicoletti, Elena, p. 45.
8. Venturini, Aurora, Las primas, Buenos Aires, Literatura Mondadori, 2011, página 18.
9. Ibid.
10. Lacan, Jacques, Seminario 23: El Sinthome, Editorial Paidós, Buenos Aires 2013.
11. Zack, Oscar, Los decires del amor. Buenos Aires, Grama, 2012, página 99.
12. Deleuze, Gilles, Pintura. El concepto de diagrama, Editorial Cactus, Serie Clases, Buenos Aires, 2007, p. 24.

* Licenciada en Psicología, psicoanalista. Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental.

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