Los argentinos desecharán este año cien mil toneladas de chatarra electrónica que terminará en rellenos sanitarios o basurales clandestinos, según los datos que maneja la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Componentes de PC, celulares, televisores y equipos de audio obsoletos lideran la lista de basura tecnológica. “Generamos un promedio de 2,5 kilogramos de residuos electrónicos anuales por persona en un contexto donde es cada vez mayor el consumo de este tipo de artefactos”, precisó la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti. La secretaría buscará hoy, a través de un seminario, consenso para impulsar políticas públicas para encontrar una solución sustentable a esa chatarra.

El fenómeno surge a partir del boom de las ventas de artefactos informáticos, electrodomésticos y celulares. “El problema es que los residuos que generan terminan en lugares que no están acondicionados para su tratamiento y así provocan daños ambientales o en la salud de las personas”, explicó a Página/12 Alberto Capra, director de Residuos Peligrosos de la Secretaría de Medio Ambiente.

“Entre otros contaminantes que presentan riesgos para la salud y el ambiente, los desechos contienen metales pesados, como cadmio, plomo y níquel, además de mercurio y plásticos bromados, que una vez desechados, reaccionan con el agua y la materia orgánica liberando tóxicos al suelo y a las fuentes de agua subterráneas”, detalló Picolotti. La funcionaria, además, advirtió que “debido a su carácter no biodegradable, estos residuos atentan contra el ambiente y la salud de los seres vivos”.

Al respecto, Gustavo Protomastro, de la consultora e-Scrap, dedicada al manejo de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, precisó que “los tubos fluorescentes con mercurio, las baterías de celulares con cadmio, las heladeras o aires acondicionados con gas CFC, tanto por el gas refrigerante como en el poliuretano, son elementos altamente contaminantes”.

Para los especialistas, la chatarra electrónica es “un verdadero problema del siglo XXI”. “Nos tapa. Avanza contaminando suelos, cuerpos de aguas, ecosistemas y, lo más importante, a nosotros mismos, para lo cual la única solución es el reciclado”, consideró Protomastro.

“El parque de telefonía celular superó los 32 millones de unidades, la venta de heladeras se acerca a las 800 mil, la de lavarropas a 900 mil y la de computadoras 1,5 millón”, estimó el representante de la consultora. También remarcó que “existe una fuerte migración de la TV o los monitores a las pantallas planas de plasma o LCD, de las videocaseteras al DVD y de los equipos de audio al MP3. Y todo lo viejo pasa rápidamente a ser chatarra”.

La cantidad de toneladas de basura electrónica en el país es menor frente a las toneladas que desechan los suizos –unos 10 kilos por habitante al año– o los estadounidenses –seis kilos por habitante por año–. Sin embargo, en Europa, Japón o Estados Unidos, “sea por normativas específicas o por iniciativa del sector industrial, existe una responsabilidad postconsumo y cada vez menos toneladas van a parar a los basurales”, comentó Protomastro.

En el seminario participarán representantes gubernamentales, de ONG dedicadas al reciclaje, expertos y empresarios. “Se busca un consenso entre todos los productores, usuarios y establecimientos de reciclaje para poder elaborar una estrategia nacional para la gestión integral de residuos electrónicos”, señaló Capra.

En el encuentro se abordarán procesos de reciclado que aseguren la recuperación de materiales y el tratamiento adecuado de los desechos peligrosos y no peligrosos, además de la responsabilidad extendida del productor al final del ciclo de vida útil de esos aparatos.