Los policías acusados de participar en la violación, tortura y asesinato de la adolescente Natalia Melmann terminaron ayer una mala semana. Dos testigos, ex compañeros del sargento Oscar Etchenique, uno de los imputados, recordaron que el día del crimen el suboficial tomó el servicio al mediodía, tres horas y media después del horario previsto. Lo más grave es que al llegar a la seccional Etchenique comentó que tenía información sobre la desaparición de una joven, dato que llama la atención porque los padres de Natalia recién hicieron la denuncia a las 21 de ese día. Una mujer, que fue novia del sargento Ricardo Suárez, otro de los acusados, lo consideró “una persona violenta” y dijo que a las 5 de la mañana del día del crimen vio su Volkswagen Gol rojo en la puerta de la comisaría. En ese auto habría sido llevada Natalia a una finca de la zona de Copacabana donde se habría cometido el crimen. La misma mujer dijo que Suárez era quien tenía la llave de ese lugar.
Uno de los testigos, el sargento César Tolosa, dijo que cuando Etchenique llegó a la comisaría del barrio Las Flores, en Miramar, a las 11.30 del 4 de febrero de 2001, le contó que había desaparecido una chica y que la estaban buscando. Tolosa recordó que Etchenique debía entrar ese día a las 8 de la mañana y que él lo anotó en el libro de actas a las 9.30 “para cubrirlo” por la llegada tarde. El fiscal Marcos Pagella hizo constar en actas que “Tolosa, desde las 9.30, hizo cinco llamadas al celular de Etchenique hasta que logró comunicarse”.
A Tolosa le sorprendió que Etchenique se hubiera molestado “porque no podía salir con el patrullero a buscar a la menor, ya que tenía que quedarse en el destacamento”. Tolosa había hablado tres veces con el titular de la comisaría, el principal Héctor Lasca, haciéndole saber la demora en la llegada de Etchenique. Tolosa se comunicó por handy con Suárez, que estaba en la comisaría de Miramar, para preguntarle por Etchenique. Le respondió que aunque golpearan la puerta “no salía nadie” de la casa de Etchenique.
Por su parte, el cabo José Luis Pereyra, otro de los testigos, declaró que el 4 de febrero Suárez estuvo en la comisaría a las 7 de la mañana, “una hora antes de su horario habitual”, dato que coincide con lo dicho por la mujer que vio el auto rojo del sargento a un horario inusual, frente a la seccional. El ex jefe de Las Flores, Héctor Lasca, confirmó que recibió llamados de Tolosa sobre la demora de Etchenique.
Una mujer, que declaró como testigo de identidad reservada, dijo haber sido novia de Suárez y que eran frecuentes las fiestas en la casa de Copacabana. También afirmó que era “violento” y que una vez lo tuvo que denunciar por acoso sexual. El principal Lasca comentó que Etchenique solía “hacer investigaciones por su cuenta, sin comunicarlo a nadie”. Esto explicaría la protesta por no poder ocuparse del caso Melmann, lo que podría haberle servido si quería desviar la investigación.
La fecha del crimen coincide con el festejo del cumpleaños del comisario retirado Carlos Grillo, jefe de la seccional de Miramar al momento de ocurrido el hecho. La sospecha es que, en cada celebración, los policías solían reunirse en la casa de Copacabana, adonde llevaban chicas para armar fiestas íntimas. La hipótesis es que Natalia se negó a participar y la llevaron por la fuerza.
Una vecina, Norma Gordon, llamó a Radio Mágica para denunciar que había visto cómo subían a una chica a un auto “tomándola de los pelos”. La información salió al aire, pero la cinta fue retirada de la emisora por el policía Ricardo Anselmini, también imputado en el crimen, aunque sigue en libertad. Anselmini dijo que fue a la radio por orden del comisario Grillo, quien esta semana irá a prestar declaración.
En el juicio declarará de nuevo Jorge Cosme Cepeda, amigo del único imputado civil, Gustavo “El Gallo” Fernández, quien fue detenido en la audiencia del viernes “por no contar todo lo que sabe”. Ayer quedó enlibertad, pero podría ser procesado si persiste en su actitud. El juicio oral, que se realiza en Mar del Plata, seguirá el martes.