Mar 08.04.2008

SOCIEDAD  › PARA LA JUSTICIA BRITáNICA, NO HUBO CONSPIRACIóN PARA MATAR A LADY DI

Un alivio para la realeza

Un tribunal dictaminó, después de seis meses de proceso, que la muerte de la princesa de Gales y su novio fue un “homicidio” causado por “negligencia”. Lo causaron el chofer de Diana, fallecido en el accidente, y los paparazzi que los perseguían.

Tras escuchar a más 250 testigos y luego de una indagación que duró seis meses y costó alrededor de 20 millones de dólares, ayer la Justicia inglesa terminó, hasta nuevo aviso, con el culebrón real que provocó la muerte de la princesa Diana de Gales y su novio Dodi Al Fayed. Pese a las afirmaciones del padre del magnate egipcio, que habló de una conspiración de la realeza para asesinarlos, el jurado declaró culpables de “homicidio” causado por “negligencia” al chofer del coche en que viajaban y a los fotógrafos que los perseguían.

Los once miembros del jurado pasaron juntos 23 horas y 45 minutos (a lo largo de cuatro días), antes de anunciar la sentencia, avalada por una mayoría de nueve a dos. El juez Scott Baker, encargado de la indagación, les había dado cinco opciones de veredicto (ninguna incluía la tesis de un asesinato). El jurado optó por la sentencia más grave, que equivale a una acusación de homicidio involuntario.

Para el Alto Tribunal de Londres, una de las causas de que el Mercedes que transportaba a Diana y a Dodi –de 36 y 42 años respectivamente– se estrellara contra una columna de túnel que pasa debajo del puente de Alma, en París, fue la impericia del chofer, que también falleció a raíz del choque. Esa noche, Henri Paul conducía demasiado rápido y en estado de ebriedad. El jurado agregó otro factor que contribuyó a la muerte de la pareja, la noche del 31 de agosto de 1997: ninguno de ellos llevaba puesto el cinturón de seguridad. El único sobreviviente fue el guardaespaldas de Dodi, Trevor Rees-Jones, pero se amparó en la supuesta amnesia que le había causado el accidente para llamarse a silencio.

El fallo coincide con el resultado de las investigaciones de las policías francesa y británica, que dejan libres de responsabilidades penales a los paparazzi que persiguieron a la pareja, en motos y autos. De todas formas, este proceso no constituye un juicio ya que no hay acusados ni hubo condena. Por eso, el juez Scott Baker agradeció al jurado su “considerable devoción”, demostrada durante los 93 días que duró la indagación. Este juez había descartado, en su sumario, las teorías del padre de Dodi, Mohammed Al Fayed, convencido de que Diana y su hijo fueron víctimas de un complot urdido por miembros de la familia real británica a través del servicio secreto MI6.

El ex jefe de Scotland Yard, lord John Stevens, que dirigió la investigación oficial británica, afirmó después del fallo que esperaba que la sentencia ponga fin “a las teorías que surgieron tras este trágico incidente y que se deje descansar en paz a las personas que murieron”.

Es que en estos diez años se han tejido infinidad de teorías, entre ellas, las que indicaban que la princesa estaba embarazada de Dodi y las que decían que ese bebé era de un supuesto amor imposible, el cirujano Hasnat Khan. Esta última versión se basa en una relación secreta que mantuvieron la princesa y el hombre, de origen pakistaní, entre 1995 y 1997.

“Diana me dijo que sabía que el príncipe Felipe y el príncipe Carlos querían deshacerse de ella”, había declarado el 17 de febrero pasado el padre de Dodi y dueño de la cadena Harrod’s, Mohammed Al Fayed. También aseguró que la pareja planeaba casarse y Diana le había dicho que sería abuelo. La sola posibilidad de que el joven príncipe Guillermo (hijo de Diana y Carlos y segundo en la línea de sucesión al trono) tuviera un padrastro musulmán habría sido, según Al Fayed, motivo suficiente para eliminar a la pareja.

Durante aquella declaración, el millonario calificó al príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, de “nazi” y “racista”; ayer, luego de escuchar el veredicto, comentó que estaba decepcionado. “Creo en mi corazón que no fue un accidente”, dijo el egipcio, que insistió con su hipótesis: “Diana predijo que sería asesinada, y hasta dijo cómo iban a matarla”. No es el único que tiene dudas. Enrique, el menor de los hijos de Diana y Carlos, aseguró: “Nadie sabrá jamás qué sucedió en el túnel. Yo nunca dejaré de preguntármelo”.

Francis Gillery, autor del documental Diana y los fantasmas del Alma, fue uno de los tantos investigadores que acrecentaron las dudas sobre el supuesto accidente. Entre los testigos que citó en su documental aparece James Adanson, el fotógrafo preferido de Diana y uno de los más ricos del mundo. El hombre circulaba esa noche por el mismo túnel y pudo acercarse, observar y sacar fotos. Habría descubierto algo extraño que nunca llegó a contar porque falleció como consecuencia de un dudoso suicidio. Claro que también circuló la versión contraria: que el hombre había ayudado al MI6 en el supuesto asesinato. Lo cierto es que su cuerpo apareció calcinado dentro de su auto en mayo de 2000, con un tiro en la cabeza.

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