El Senado bonaerense dio media sanción a un proyecto de ley que tiene como objetivo regular el consumo, la comercialización y la publicidad del tabaco y sus derivados en la provincia de Buenos Aires. De ser aprobada, estará prohibido fumar en todos los espacios cerrados de acceso público. La propuesta, además, obliga a bares y restaurantes a habilitar lugares para fumadores “perfectamente aislados”. Y contempla multas de 500 pesos. Para convertirse en ley deberá ser aprobada por la Cámara de Diputados de la Legislatura.

En los fundamentos del proyecto, sus autores, los senadores del Frente para la Victoria (FpV) Osvaldo Goicochea, Julio Salemme y Mariel Urruti calificaron al tabaco de “sustancia tóxica y perjudicial para la salud”. “Ante cualquier exposición en lugares cerrados, todo individuo tendrá derecho a hacer prevalecer su opinión respecto de que no sea consumido en su cercanía”, señalaron.

“El tabaquismo es un problema de salud social relacionado con las políticas nacionales y provinciales, por lo cual es necesario establecer normas de salud pública, que apoyen cambios de estilo de vida, en lo relativo a la prevención y control de tabaco”, argumentó Salemme.

La propuesta precisa que se busca la “prohibición del consumo de tabaco en todos los espacios compartidos cerrados dependientes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, organismos de la Constitución, entes descentralizados y autárquicos, así como también en los espacios compartidos cerrados de acceso público del ámbito privado”.

En sus fundamentos, los diputados explicaron que “en la provincia existe un número de fumadores no inferior al 30 por ciento de los habitantes, cifra que pone en un alerta generalizado los sistemas de salud”.

“Si consideramos que la edad promedio de comienzo o adicción al tabaco es de 12 años, se estarían planteando serios inconvenientes para los años venideros cuando esta población expuesta tenga alrededor de 40 años”, consideraron los autores de la iniciativa, aprobada en las últimas horas del jueves.

El proyecto prohíbe taxativamente “la publicidad de todos los productos derivados del tabaco en medios de comunicación masiva”, y sólo quedaría permitida en los lugares de venta de tabaco. Al respecto, Salemme sostuvo que se debe “apuntalar los alcances de leyes que frenan la publicidad y limitan la venta indiscriminada de tabaco, hacia todas las fracciones de la sociedad, especialmente hacia los menores y jóvenes”.

En la ciudad de Buenos Aires rige desde octubre de 2006 una ley antitabaco que estableció la prohibición de fumar en el sector público de la ciudad, en el área privada y la erradicación de la publicidad de cigarrillos en todo el ámbito porteño. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación sobre el alcance del consumo pasivo del cigarrillo, cerca del 60 por ciento de la población laboral argentina de entre 18 y 64 años está expuesta en forma cotidiana al humo del tabaco.