La Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó ayer la condena a 30 años de prisión para Fernando Carrera, acusado como autor de la llamada “masacre de Pompeya”, un confuso episodio ocurrido el 25 de enero de 2005 en ese barrio porteño, cuando un supuesto ladrón, huyendo de la policía, atropelló y mató a tres personas con su automóvil. Los camaristas Eduardo Riggi, Guillermo Tragant y Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso rechazaron la apelación presentada por la defensa del condenado. Ahora, la única instancia posible es la apelación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Carrera, a través de su defensa, siempre proclamó su “completa inocencia de los delitos” por los que fue imputado y aseguró que había sido víctima de “una causa armada” por la policía.

El 7 de junio del año pasado, Carrera fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 14, integrado por los jueces Hugo Cataldi, Beatriz Bistué de Soler y Rosa Lescano, quienes coincidieron con el pedido de pena que había formulado el fiscal Clorindo Mendieta. Durante el juicio, Carrera dijo que no estaba escapando de la policía, que se encontraba trabajando y negó en forma terminante haber cometido un asalto, durante una salidera bancaria, en las horas previas al hecho en el cual murieron tres personas.

Carrera dijo que al ser confundido por la policía comenzó una persecución durante la cual recibió un balazo en la boca y perdió el control del vehículo, con el cual atropelló y mató a Edith Custodio, de 41 años; a Gastón Gabriel Bedoya, de 6; y a la madre del chico, Fernanda Silva, de 31 años. El Tribunal Oral desoyó sus argumentos y ahora también los rechazó la Cámara de Casación.

“Afirmar que pudo pergeñarse en un breve lapso de tiempo un complot diagramado en todos sus detalles, en el que incluyeron también a personas civiles ajenas a la situación, resulta una conclusión que difícilmente puede ser compartida”, dijo Casación. El tribunal, en cambio, corroboró la versión policial de los hechos: “Se encuentra corroborada por una multiplicidad de elementos objetivos que avalan sus declaraciones”.

En el mismo sentido agregó que “no se advierte que el pronunciamiento impugnado presente fisura lógica alguna sino que surge de las lecturas que el a quo realizó una selección y valoración de la prueba ajustada a las reglas de la sana crítica racional”, dijeron los camaristas. Carrera, casado y padre de tres niños de 12, 9 y 4 años, está detenido en la cárcel de Marcos Paz, condenado por “robo con armas, triple homicidio agravado, lesiones agravadas, resistencia y atentado a la autoridad, daño y portación ilegal de arma”.

En una sentencia de 63 carillas, la Cámara de Casación dejó abierta como única posibilidad de modificar la condena un recurso ante la Corte Suprema de Justicia. En relación con el caso, varios programas periodísticos difundieron versiones que avalaron lo dicho por Carrera, quien también fue acompañado durante el juicio oral, y en su etapa previa, por organismos de derechos humanos y por la Defensoría de la ciudad de Buenos Aires.