La segunda puede ser la vencida para el policía federal Adrián Bustos, quien ayer fue condenado otra vez a prisión perpetua por el asesinato de Camila Arjona, una chica de 14 años que estaba embarazada de cuatro meses. En el primer juicio, realizado en 2006, Bustos recibió la misma pena, pero el proceso fue anulado el año pasado por cuestiones técnicas. Ayer concluyó el segundo proceso oral y público, y una vez conocida la sentencia reincidente, el policía, que se había ido vestido con una camiseta de la Selección argentina de fútbol, tuvo una actitud de barrabrava dirigida a la madre de la víctima: “Yo no maté a tu hija, la puta madre que te parió”, le gritó cuando se iba de la sala, esposado. Norma Díaz, la mamá de Camila, no alcanzó a responder y después tuvo otro altercado verbal con los familiares del policía federal condenado a perpetua.

–Sos una villera sucia. Abandonaste a tu hija cuando era chica y ahora llorás por ella –le gritó a Díaz una mujer que era familiar de Bustos.

–Somos villeros a toda honra, pero jamás abandoné a mi hija. Yo no crié un monstruo y vos sí –respondió la madre de la víctima.

El crimen ocurrió el 1º de abril de 2005, a las cuatro de la mañana, cuando tres policías de la Comisaría 52ª tomaban cerveza cerca de la Villa 20, en el barrio porteño de Villa Lugano. Los agentes golpearon a un joven que se negó al mandato que le dieron: ir a comprarles cocaína. El chico corrió y detrás salieron los policías. Camila Arjona y su novio se encontraban en una casa ubicada en Corvalán y Barros Pazos. Salieron a la calle para ver qué sucedía. Los agentes comenzaron a disparar.

El albañil Alfonso Paniagua declaró que Bustos levantó la pistola, apuntó contra Camila, disparó y cuando ella cayó al piso “la levantó de los pelos para ver si estaba viva y le pisó la cabeza”. Los jueces del Tribunal Oral Nº4 condenaron a Bustos por “homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad y lesiones”, por los hechos previos al asesinato. También sentenciaron a tres años de prisión al policía Martín Cisneros, por “lesiones y privación ilegítima de la libertad”. Le dieron seis años de inhabilitación para ejercer cargos públicos. De todos modos, Cisneros seguirá libre. El tercer policía involucrado, Miguel Almirón, estuvo prófugo y ahora que se entregó será juzgado en otra audiencia oral.

Bustos habló 20 minutos en su alegato final. “Soy un excelente tirador y estoy seguro de que la bala que mató a la chica no fue disparada por mí”, afirmó. Al comienzo del juicio había denunciado que las brigadas de la Federal “se dedican a recaudar y a cobrarle la platita al que vende la droga” en Lugano. El tribunal ordenó investigar esos presuntos ilícitos.

La mamá de Camila dijo al final del juicio: “Ahora vamos a tener que aprender a vivir sin Camila. Recordarla va a ser una cosa de todos los días. No me la dejaron vivir, tenía todo el futuro por delante y me la mataron a ella y a ese bebé que esperaba. Quiero agradecer a los fiscales y a los jueces que nos ayudaron y nos creyeron”.