Lun 12.05.2008

SOCIEDAD  › DENUNCIAS POR VIOLENCIA POLICIAL CONTRA CHICOS EN SANTIAGO DEL ESTERO

Una particular manera de prevenir

Chicos atados, trasladados hasta basurales fuera de la ciudad, una nena obligada a desnudarse, un chico que por escapar de los uniformados trepó a un poste y recibió un golpe eléctrico. El Foro por la Niñez denunció los hechos al gobierno provincial.

› Por Horacio Cecchi

En Santiago del Estero, como en el resto del país, las niñas, niños y adolescentes, comúnmente llamados chicos, son tratados como sujetos. Sujetos con correas. Según una denuncia del Foro por la Niñez de Santiago del Estero presentada al gobierno local –pero no ante la Justicia por temor a que los sujetitos sean sujetos de una soga–, las prácticas policiales en la misma capital santiagueña retrocedieron en el último año a pasos, curiosamente, agigantados. Chicos atados, trasladados hasta basurales fuera de la ciudad y abandonados para que regresen por su cuenta; una nena obligada a desnudarse; un chico que por escapar de los uniformados trepó a un poste y recibió un golpe eléctrico (no ocurrió dentro de la comisaría). Desde Santiago aseguraron que la denuncia redujo notablemente la intervención policial, especialmente en lo que refiere al riguroso sistema preventivo contra lavacoches. Un slogan abre la página web de la provincia: “Sigamos creciendo”, invita. No dice a quiénes ni desde que edad convoca al tal crecimiento y, especialmente para muchos, no explica cómo llegar a adulto.

La denuncia fue presentada al ministro de Gobierno, Seguridad y Culto santiagueño, José Neder, y recoge casos que llegaron hasta los integrantes de las diferentes ONG que actúan en el Foro por la Niñez de Santiago del Estero. El primero de los casos denunciados es una cruza entre lo patético y lo salvaje. “El 29 de marzo, dos adolescentes fueron apresados por policías, agentes de la seccional primera”, inicia la denuncia. La causa, aspiración de tolueno cerca de la Plaza Libertad, en el centro de la ciudad. La atención primaria de la salud de los dos jóvenes fue una paliza. Después, con el mismo tono con que lo hacía Bussi en Tucumán con los sintecho, ataron a los dos chicos y los llevaron hasta el basural ubicado en la ruta hacia Tucumán. Allí los abandonaron a su autotutela durante la madrugada del domingo 30.

Dos chicos más, de 10 años, fueron trasladados hasta la localidad de El Zanjón, donde fueron abandonados atados para que regresaran como pudieran. En la denuncia se describe la camioneta usada por los policías, sin identificación. Una adolescente, a su vez, relató en su denuncia que fue detenida, obligada a desnudarse y como la chica amenazó con herirse, la golpearon y le rompieron la ropa. Junto a ella estaba una sobrinita que no pudo hacer otra cosa que llorar. La madre llevó la remera hecha trizas para su denuncia y sostuvo que no era la primera vez que le ocurría.

Si en la página web de Santiago del Estero se invita a crecer pero no se explica cómo hacerlo con tanto funcionario del Estado tratando de evitarlo, en la página de la policía santiagueña directamente se ofrecen las tres claves de la prevención: Orden, Paz y Seguridad, cuya práctica indica que no contemplan a los chicos conocidos como menores (chicos en su aspecto delincuencial). Un adolescente tuvo la suerte (mala) de quedar alojado en la comisaría 2ª del Menor y la Mujer. “Había sufrido gravísimas quemaduras al subirse a un poste con cables de alta tensión”, señaló la denuncia. El chico intentaba escapar de los uniformados cuando éstos detenían a su hermano para prevenirlo en la comisaría del Menor.

“Es habitual que para evitar a la policía se autoinflijan lesiones –dijo Cristina Torres, de la asociación Memoria, Verdad y Justicia–. Hace poco un chico en una plaza céntrica y delante de toda la gente, rompió una botella y se cortó las venas para evitar que lo detuvieran. Se autolesionan y de esa manera evitan como primer paso la comisaría. Si prefieren lastimarse de esa forma, quiere decir que de lo que escapan es peor.”

Torres relató el caso de otro chico, lavacoches, que tenía una parejita de 17 años con un bebé y que vivían en la calle. “Lo persiguió la policía, y no se sabe bien por qué se tragó una llave. Lo encerraron, lo golpearon y maltrataron, lo tuvieron varios días y lo soltaron cuando ya estaba con fiebre. Murió. Tenía una peritonitis.”

En el caso del chico que resultó completamente quemado por el golpe de alta tensión, no está claro si sabía a lo que se exponía al colgarse de los cables. De todos modos, no es una suposición descabellada pensar que intentaba escapar de golpes de prevención voltaica. El jefe de la Comisaría 2ª de la autoayuda, el comisario José Leiva, resolvió más rápido que un bombero, con soporte judicial ofrecido por la jueza Silvia Cuesta de Molina: trasladó al chico en estado gravísimo hasta el hospital del Quemado. En Salta. A 500 kilómetros, en lugar de permitir su atención en un hospital santiagueño. “No se entiende –dijo Torres–. Parece como si hubieran querido sacarlo del medio.”

La denuncia fue presentada por el Foro por la Niñez de Santiago del Estero, al Ministerio de Gobierno, Seguridad y Culto provincial.

–¿Supieron de repercusiones en la actuación policial?

–Nadie nos informó en concreto –respondió uno de los integrantes del Foro–. Pero dicen que hubo un llamado del jefe de la policía (David Pato) para bajar los niveles de agresión.

Según la fuente, la orden se cumplió: desde hace unos días, en Santiago, pararon con la autoayuda a los chicos.

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