Tres rollos de aluminio –cada uno pesaba 1100 kilos– se desplomaron ayer sobre la Avenida 9 de Julio, en el cruce con San Juan, en el barrio porteño de Constitución. La carga cayó como del cielo, ya que era transportada por un camión que circulaba por la Autopista 9 de Julio Sur. El hecho ocurrió en las primeras horas de la tarde, muy cerca de la estación San Juan de la línea C de la red de subterráneos. En el momento de la caída, el tránsito por 9 de Julio estaba interrumpido por el semáforo en rojo, lo que evitó que los rollos cayeran sobre algún vehículo. Tampoco hubo peatones heridos. Las huellas que la carga dejó sobre el cemento, en el cruce de las dos avenidas, demuestran que las consecuencias del accidente pudieron ser gravísimas.

Al lugar concurrieron peritos de la Policía Científica para determinar por qué razón se produjo el desprendimiento de la mercadería, a fin de determinar las responsabilidades del caso. No hay muchas alternativas: o la carga no estaba bien sujeta sobre el camión o el chofer tomó la curva que hay allí a una velocidad indebida. O las dos cosas a la vez. La caída fue de una altura cercana a los 12 metros. En el mismo lugar, el miércoles de la semana anterior, otro camión perdió varias cajas de limones. Ese día hubo caos en el tránsito y peleas entre los transeúntes por llevarse a casa los frutos de la casualidad. Ayer, sólo estuvo interrumpido el tránsito por algo más de una hora.

Tres rollos fueron los que cayeron al vacío, mientras que otros seis rodaron sobre el asfalto de la autopista. “Yo pensé que era un auto (lo que se había caído). Pasaban unas mujeres, pero por suerte no pasó nada”, relató un testigo presencial entrevistado por la prensa.