En la nueva vuelta judicial de lo que parece ser un largo camino a casa, la argentina Natalia Muesa quedó detenida ayer tras prestar declaración ante la Justicia de Miami. La joven, que no tenía sus papeles de residencia en regla y trabajaba en el área de limpieza del aeropuerto de Palm Beach, no fue detenida en los operativos donde sí lo fueron otros seis argentinos, porque se encontraba de franco. Ayer se dispuso que quedara encarcelada hasta el próximo miércoles, cuando la jueza decidirá si la deja o no en libertad condicional mientras se resuelve la cuestión de fondo.
Natalia Muesa fue a dar la cara ante la Justicia norteamericana. Y quedó detenida por lo menos hasta el miércoles, cuando la misma jueza que la recibió ayer le otorgue o no la libertad condicional. Además, el abogado defensor René Soto Ríos hizo una presentación, lo mismo que el cónsul general argentino Luis María Riccheri. “Expliqué cuál era la situación de Natalia y de los otros detenidos para que se tenga presente que era gente honesta y de trabajo que cometió la imprudencia de sacar aparentemente documentación falsa”, comentó a este diario el diplomático.
La joven deberá aguardar cinco días más hasta la próxima audiencia, cuando se defina si el resto del proceso lo pasará en la prisión o bajo un régimen de libertad transitoria. Todo indica que la inexistencia de la documentación para una estadía legal en los Estados Unidos sería un motivo más que suficiente para que se aconseje la deportación. De todos modos, es otro magistrado federal el que tomará intervención en lo que a la pena definitiva se refiere.
“La deportación es algo que sucederá con todos y la tarea de los abogados es intentar que el tiempo hasta esa resolución sea lo más breve posible”, consideró Riccheri. Los otros detenidos, entre los que se encuentra el esposo de Natalia, Marcelo Saldaño, tienen prevista una audiencia para las primeras semanas de octubre. Para aquella fecha, la suerte de estos argentinos estará un poco más clara.