SOCIEDAD › LA SONDA PHOENIX, DE LA NASA, TRANSMITIó FOTOS DEL POLO NORTE
La sonda Phoenix de la NASA envió ayer a la Tierra fotos inéditas del Polo Norte de Marte, después de un amartizaje casi perfecto en el marco de la misión más ambiciosa hasta ahora en busca de señales de posibles formas de vida pasada o presente en el planeta rojo. Las primeras fotos de la sonda dieron el primer pantallazo de las llanuras del Artico del planeta: un desolado paisaje de suelo pedregoso y congelado.
Las imágenes también confirmaron que los paneles solares indispensables para la provisión de energía a la sonda se habían desplegado correctamente; las baterías de la nave se habrían agotado en unas 30 horas. Las fotos también mostraron que los mástiles de la cámara y estación climática se habían colocado en posición vertical, como estaba planeado.
En las fotos pueden verse también las huellas de la sonda en la polvorienta superficie, así como diseños en forma de polígono en el suelo que se ven similares a las regiones árticas de la Tierra. Los científicos esperan que ese suelo marciano tenga un permafrost (capa de hielo) rico en agua, al alcance del brazo robótico de la sonda.
“Ver estas imágenes tras un amartizaje exitoso reafirma el concienzudo trabajo de los últimos cinco años por parte de un gran equipo”, dijo Barry Goldstein, director del proyecto Phoenix en el centro de control de la misión del Jet Propulsion Laboratory (JPL) en Pasadena, California.
Tras un viaje de nueve meses desde la Tierra, en el que recorrió 679 millones de kilómetros, la sonda Phoenix amartizó en un área relativamente plana, explicó Goldstein. Señales de radio recibidas el domingo confirmaron que la nave había sobrevivido a su difícil descenso final.
“Por primera vez en 32 años, y sólo la tercera vez en la historia, un equipo del JPL ha logrado un amartizaje suave” en el planeta rojo, dijo en un comunicado el director de la agencia espacial estadounidense, la NASA, Michael Griffin, calificando este logro de “increíble”.
Como estaba planeado, Phoenix dejó de transmitir señales un minuto después de amartizar y centró su limitada energía en desplegar sus paneles solares y realizar otras actividades críticas. Aún falta otra tarea clave, que es el uso del brazo robótico de la nave, planeado para el martes. Este brazo articulado de 2,35 metros de largo está diseñado para cavar en el suelo a una profundidad de hasta un metro para buscar hielo y calentar muestras para detectar carbono y moléculas de hidrógeno esenciales para la vida.
También tiene una pequeña cámara que tomará imágenes del área circundante y de las muestras que tome el brazo. Phoenix tiene otra cámara, que la NASA considera sus “ojos”, en la superficie de la sonda, que le permite captar imágenes panorámicas de alta definición.
Su calidad de estéreo ayudará a los científicos en la Tierra a tener visiones en tres dimensiones del trabajo que realiza el brazo robótico. También puede ser girada para tomar imágenes que brinden información sobre las partículas atmosféricas.
Phoenix cavará en la superficie marciana durante tres meses. Dado que la región polar de Marte está sujeta a cambios estacionales, los científicos creen que –al igual que en la Tierra– el Artico marciano podría esconder un registro de un clima más cálido y habitable.
“Toda nuestra misión es cavar”, dijo Peter Smith, principal investigador de la misión Phoenix, de la Universidad de Arizona, antes del amartizaje. “Creemos que la materia orgánica tiene que haber existido al menos en una época, producto de meteoritos y otros impactos”, añadió. La presencia de agua líquida y materia orgánica significaría para los investigadores que el planeta fue una “zona habitable”.
Phoenix no está sola. La NASA tiene también en suelo marciano a los robots Spirit y Opportunity, que exploran la zona ecuatorial del planeta rojo desde 2004.
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