Casi como si fueran productores agropecuarios, los taxistas porteños amenazan con cortar no las rutas pero sí las calles de la ciudad mediante “piquetes informativos” y otras medidas de fuerza. La retención que no aceptan es la que –sólo cuando vayan vacíos– los retendría por fuera de los carriles exclusivos para transporte público. El propósito de la Dirección de Transporte de la ciudad es volver a poner en funcionamiento los carriles que ya existen, prolongarlos y agregar, también para el transporte público, “contracarriles”, con circulación inversa, en las avenidas Santa Fe y Pueyrredón. Los carriles exclusivos deberían ser aprobados por la Legislatura, si bien el Ejecutivo podría introducirlos por su cuenta “a título experimental”. El macrismo solicitará la declaración de la “emergencia vial”, la cual permitiría al Ejecutivo tomar medidas que la Legislatura ratificaría a posteriori. Legisladores de la oposición no se mostraron dispuestos a otorgar la “emergencia”, pero, en cuanto a los carriles exclusivos, hay dos proyectos de la oposición que coinciden en restringirlos a colectivos y taxis ocupados.

“En una primera etapa, es necesario poner en valor los carriles que ya existen, que actualmente están mal demarcados o no se respetan –destacó Guillermo Krantzer, director general de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires–. También en esta etapa nos proponemos prolongar el de la avenida Entre Ríos, desde Belgrano hasta San Juan, y el de Córdoba, desde Pueyrredón hasta Medrano.”

Además, en esta primera etapa, “planteamos hacer contracarriles, que consistirían en dos carriles con circulación en sentido contrario: en Pueyrredón y su continuación, Jujuy, desde Belgrano hasta Santa Fe, y en la avenida Santa Fe, desde la calle Libertad hasta plaza Italia –agregó Krantzer–. A estos contracarriles se transferirían las líneas de colectivos vehículos que circulan por calles angostas como Paso, Larrea (en el primer caso) o Charcas y Güemes (en el segundo). Esto aliviaría la grave lentitud del tránsito de Sur a Norte, y bajaría la contaminación sonora. Nuestros estudios muestran que, en Güemes y en Charcas, el nivel sonoro llega a 85 decibeles, 15 más de lo permitido por la OMS: al pasar a Santa Fe las líneas de colectivos, el nivel bajaría casi un diez por ciento, y en la avenida, más amplia, sólo subiría dos o tres decibeles”.

En cuanto a los taxis, “como criterio general, los carriles y contracarriles exclusivos son para colectivos y taxis ocupados –precisó Krantzer–. Puede haber excepciones: por ejemplo, en Diagonal Norte tenemos ya dos carriles contracorriente donde circulan también taxis vacíos, y funciona. Pero eso mismo no podría hacerse en la avenida Pueyrredón, porque no hay capacidad vial para permitirlo”.

En Pueyrredón, y en la mayoría de los casos, “permitir que por los carriles exclusivos circulen taxis vacíos, a cinco kilómetros por hora, hace que pierda sentido la noción misma de carriles para transporte público. Incluso perjudica a los taxis ocupados con pasajeros –explicó Krantzer–. Los taxis vacíos pueden circular por el carril izquierdo. En la avenida Córdoba, por ejemplo, esta norma funcionó durante años, sin ningún problema, hasta que fue dejando de cumplirse por falta de control”. El funcionario destacó que “los carriles exclusivos para transporte público funcionan en distintas ciudades del mundo y, en muchas, no admiten taxis ni siquiera ocupados”.

Distinta fue la posición de José Ibarra, secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis: “Los carriles no se negocian”. Sólo bajo esa condición, “los taxistas estamos abiertos al diálogo y esperamos recibir algún llamado del gobierno porteño”.

Luis Fernández, titular de la Asociación de Taxistas de la Capital Federal, sostuvo que “una solución es que los carriles de circulación exclusiva sean tres y no dos; también se pueden hacer dársenas en todas las esquinas, como las que hay en los hoteles, para que los taxis se detengan a levantar pasajeros”.

–Eso reduciría el ancho de las veredas... –observó PáginaI12.

–Muy poco: el equivalente al ancho de un vehículo. Además, con tres carriles exclusivos el problema se soluciona sin tocar la vereda –contestó Fernández.

El dirigente anunció “un frente común con todas las entidades de trabajadores y empresarios taxistas”. Mañana a la mañana las entidades se reunirán en asamblea para implementar “un plan de lucha. Estoy en condiciones de adelantar que incluirá piquetes informativos, en avenidas y cruces, para explicarle a la gente nuestra posición. Después, en distintas fechas, tenemos prevista la ocupación de hecho de los carriles”, precisó Fernández, y anticipó también que “presentaremos demandas en el Inadi y en la Defensoría del Pueblo”.

–¿El Inadi? ¿No es demasiado?

–Es que nos sentimos discriminados. Es una medida muy dura –sostuvo Fernández.

El diputado Daniel Amoroso (Pro), presidente de la Comisión de Tránsito de la Legislatura, observó que “los taxistas tienen toda la ciudad para circular, además de las pocas avenidas donde pueda haber carriles exclusivos. Y no se puede satisfacer a todo el mundo: si descartamos los carriles exclusivos para conformar a los taxistas, van a protestar los colectiveros”. El legislador observó que “instaurar carriles exclusivos requiere autorización de la Legislatura, salvo que se los implante de manera experimental, como de hecho ha venido sucediendo desde 1993”.

El diputado Pablo Failde (Frente para la Victoria) destacó que “los carriles exclusivos otorgan una evidente fluidez de tránsito; en la avenida Córdoba, mientras funcionaron, esto pudo advertirse con claridad”. Failde acordó en que en estos carriles “no deberían circular taxis vacíos, pero es importante dialogar para que los taxistas queden integrados”.