SOCIEDAD › EN EL CASO DEL MéDICO IMPUTADO POR UNA MUERTE EN EL QUIRóFANO
El Ministerio de Salud bonaerense encontró médicos que trabajaban sin tener la matrícula y fallas edilicias. El Colegio de Médicos de Santa Fe asegura que el médico imputado “no aprobó ni el teórico” en su examen de anestesista.
El médico Luis Alberto Romero Hiriart, acusado por la muerte de una joven de 18 años durante una intervención quirúrgica, no estaba registrado como anestesista en la provincia de Santa Fe. Según la Junta Examinadora del Colegio de Médicos de Santa Fe, Romero Hiriart “no aprobó ni el teórico” del examen final. El director de la Asociación de Anestesistas de esa provincia, Benjamín Franzen, lo confirmó: “No aprobó el examen de anestesista”. Sin embargo, el imputado presentó ayer una copia de una matrícula, cuya autenticidad investiga la Justicia. En tanto, el Ministerio de Salud bonaerense clausuró el Instituto Regional de Diagnóstico, de Haedo, donde murió la joven, por “irregularidades edilicias y dos médicos sin matrícula de la provincia”, detectados tras una inspección.
“El director de la clínica tiene obligación de informar qué personal tiene a su cargo y en el listado que presentó no figuraba Hiriart”, señaló a PáginaI12 Alberto Costa, subsecretario de Control Sanitario de la cartera de Salud bonaerense.
El funcionario explicó que a través del decreto 5413/58 “tanto el gobierno de la matrícula de los médicos como el control del correcto y regular ejercicio de la actividad médica han sido delegados en los Colegios Médicos Distritales de la provincia”. Y agregó que “es obligación del director (de la clínica, Marcelo Molina) controlar la calidad del profesional habilitado que ejerza o pretenda hacerlo en el ámbito del establecimiento”.
Guillermo Iracheta, abogado defensor del médico imputado, insistió con que “está acreditado en el expediente” que su cliente “se especializó en anestesiología”. “El Colegio Médico de Santa Fe dice que no, pero a mí la familia me hizo llegar la matrícula”, dijo. En tanto, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, admitió que en el certificado presentado por la defensa hay constancia de que el médico realizó la especialización y aprobó las instancias de evaluación, pero aclaró que se está investigando la veracidad del documento.
En la Asociación de Anestesistas de Santa Fe cuestionan la autenticidad del documento. “El médico pudo haber pasado por el hospital provincial Cullen, pero nunca obtuvo una habilitación como anestesista”, aseguró Franzen. El titular de la entidad comentó que “en este caso él no aprobó el examen y no tenemos conocimiento de que haya tenido una habilitación otorgada en otra provincia, pero en Santa Fe seguro que no”. Franzen, además, explicó que “el Colegio Médico es el único que otorga la matrícula habilitante”. “Las autoridades del hospital (de Cullen) nunca pueden otorgar una habilitación para ejercer la especialidad”, afirmó.
Mientras tanto, a Romero Hiriart, de 58 años, detenido en la comisaría 5ª de Morón, le realizaron pericias psiquiátricas. Además se esperan los resultados de los tests de sangre y orina. “Con los resultados de esos análisis se va a poder saber si en el momento de la operación había ingerido algo que pudo provocar el modo tambaleante de caminar y los balbuceos que observaron los testigos”, señaló el fiscal Nieva Woodgate.
El médico está imputado por “homicidio simple con dolo eventual” por la muerte de la Eliana Romero Giménez, quien falleció cuando le administró anestesia, previamente a una operación por apendicitis. Romero Hiriart, además, está acusado por mala praxis en cuatro provincias, por otros tantos casos.
La Fiscalía de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, investiga si el médico estuvo involucrado en la muerte de un bebé luego de una cesárea practicada en el Hospital Larcade de San Miguel, en noviembre de 2005. En Santa Fe, una familia de la ciudad de Rafaela lo denunció por aplicar una inyección para mitigar dolores musculares que provocó una descompensación en Rubén Daire, de 38, quien finalmente perdió la vida, en febrero de 1998. En Frías, Santiago del Estero, la familia Mellberg denunció que Romero Hiriart –quien por entonces se especializaba en otorrinología– practicó una operación para tratar una obstrucción nasal que terminó con el fallecimiento de su hijo, Gonzalo, de 19, en mayo de 1999. Y en Río Negro, el médico también fue apartado de su cargo en el Hospital Francisco López Lima, de General Roca, por fraguar una planilla de asistencia.
Sin embargo, no se constató que éste tenga inhabilitaciones ni sentencias por mala praxis, pero sí dos juicios por muertes de pacientes, en uno de los cuales estuvo tres meses preso.
El subsecretario de Control Sanitario bonaerense dijo que “en la clínica detectaron que dos médicos de guardia no estaban matriculados en la provincia”, lo cual es obligatorio para ejercer la profesión en territorio bonaerense. Además, el funcionario precisó que la clausura del centro de salud “es transitoria, hasta que regularice la situación detectada”. “En el quirófano había una apertura al exterior”, describió Costa, entre otras irregularidades.
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