Sólo aquellos previsores que suelen consultar religiosamente en los diarios, la televisión, la radio o acaso Internet el estado del tiempo antes de cruzar la puerta de su casa hacia el exterior pudieron disfrutar del veraniego día de ayer con la ropa adecuada. Otros, menos precavidos, debieron cargar con pulóveres y abrigos al hombro, arremangarse las camisas y soportar sin más armas que pañuelos descartables las gotas de sudor que mojaron sus frentes. Es que, tal como lo había anunciado días atrás el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las provincias del centro y Norte del país contaron con temperaturas máximas que oscilaron entre los 28 y 30 grados, extrañas pero no totalmente inusuales para esta época del año.

Lejos de aquella histórica nevada ocurrida para esta misma fecha el año pasado, ayer el termómetro marcó 28 grados en la ciudad de Buenos Aires, en tanto que en el Norte y el litoral del país las temperaturas sobrepasaron los 30 grados. En Santiago del Estero la marca llegó a 32,4; en Chaco, a 32; en Santa Fe a 31,4 y en Salta a 31.

Semejante calidez en el clima se debió, según el SMN, a la presencia de una masa de aire cálido y húmedo en el centro y Norte del país. Al respecto, la pronosticadora del SMN Alicia Cejas explicó a PáginaI12 que el origen del calor fue “un cambio en la circulación atmosférica a partir del que se instaló un sistema de alta presión sobre el océano Atlántico y el centro del país, que permaneció más días de lo habitual y no permitió la entrada de aire frío”.

El “miniverano” se extenderá durante los próximos días, aunque el SMN fijó en las primeras horas del viernes su fecha de defunción. Según la representante de la institución, “el calor continuará hasta el jueves cuando, junto con el aumento de nubosidad, se acerque un frente fresco más potente que provoque un descenso en las temperaturas mínimas hacia el comienzo del viernes”.

Aun así, tal como sucedió en lo que va del mes, las temperaturas mínimas y máximas continuarán siendo “más altas que la media promedio correspondiente a julio”, destacó Cejas. Según los datos del organismo estatal, la temperatura mínima promedio señalada para el mes invernal es de 7,6 grados, mientras que la máxima no debería superar los 15,4. “Tal como vino sucediendo, las mínimas serán más altas que el promedio y las máximas, posiblemente también”, concluyó.

Pese a la sorpresa que provocó en los habitantes de más de la mitad del territorio del país, ésta no es la primera vez que temperaturas elevadas traen la nostalgia de los cálidos días estivales en pleno invierno. Según el SMN, el fenómeno ocurrió unas veinte veces en los últimos 102 años por lo que, “si bien no es frecuente, no se lo puede considerar algo totalmente excepcional”, recalcó la pronosticadora.

Los registros demuestran que en la década del ’60 se registraron cuatro casos en que la temperatura fue elevada, mientras que en el ’30, el ’50 y el ’70 sucedió en tres oportunidades en cada una.