El 10 de enero de 2007, Darián Barzábal, de 17 años, fue detenido acusado de robar la casa de un policía, en Los Hornos, e introducido en un patrullero luego de recibir una tremenda golpiza. Aún esposado, recibió un balazo en la cabeza dentro del patrullero y murió. Uno de los policías dijo en la comisaría que el chico había extraído un arma y que lo balearon en defensa propia. Pero el arma fue plantada (había sido secuestrada por la misma comisaría en otro procedimiento un año antes). El policía que conducía dijo que el arma era de su compañero y se disparó accidentalmente durante un forcejeo. Pero se demostró que el chico estaba esposado y con las manos a la espalda. Ahora, seis policías fueron llevados a juicio. Uno por el homicidio. Los otros, por encubrimiento.

Santiago Regalía carga con la acusación más compleja, la de homicidio calificado. El hecho ocurrió cuando el policía Luis Dorato llegó a su casa, ubicada en las calles 68 bis y 160 de Los Hornos, y los vecinos le advirtieron que había dos jóvenes adentro de la vivienda, presuntamente robando. Según el testimonio del policía, éste alcanzó a ver a los dos jóvenes cuando escapaban de su casa, logró detener a uno de ellos, que resultó ser Darián, y pidió ayuda a la comisaría.

Al rato llegó un patrullero de la comisaría 3ª de Los Hornos. El chico fue esposado e introducido en el auto para ser trasladado a la comisaría. En el trayecto, Regalía efectuó el disparo y, si bien el adolescente fue trasladado a dos hospitales para su atención, finalmente murió.

Según la versión policial, el adolescente no había sido esposado y dentro del patrullero extrajo un arma de fuego y forcejeó con Regalía, motivo por el cual fue herido. No obstante, los peritos establecieron que el policía acusado apoyó su arma en la nuca del joven, que según los peritos estaba esposado, y disparó. El arma que apareció como supuestamente de Darián en realidad había sido secuestrada por la misma comisaría un año antes y perdida en un cajón para cualquier oportunidad.