Eran las 2.30 de ayer y el ingeniero químico Carlos Regis se despertó al oír ruidos provenientes de la puerta de su lujoso chalet en San Isidro. Su esposa y sus cuatro hijos dormían. Cuando llegó al living encontró a tres asaltantes, armados y con la cara descubierta. Hubo un forcejeo y Regis comenzó a gritar pidiendo auxilio hasta que una bala le perforó el abdomen. Su hija Carla, de 25 años, acudió en su ayuda y recibió dos disparos. Los asaltantes huyeron y cuando llegó la policía el hombre agonizaba y falleció en el Hospital de San Isidro, su hija quedó internada allí y está fuera de peligro.

El hecho ocurrió en una casa ubicada en Rodó 1810, casi esquina José Ingenieros, en la localidad de Béccar, en la zona norte del conurbano bonaerense. “La joven (Carla) vio la pelea e instantes después escuchó que comenzaron los disparos y que su padre caía detrás de la puerta”, explicó una fuente de la investigación, que detalló que la hija de Regis recibió un disparo en el hombro derecho y otro le rozó la cara.

Los vecinos que escucharon los tiros llamaron al 911 y denunciaron lo que ocurría, mientras los delincuentes escapaban antes de que arribaran varios móviles de la subcomisaría de La Cava. Lo primero que vieron los policías al llegar fue el rostro ensangrentado de Carla y un manchón rojo sobre el torso. La joven les dijo que se encontraba bien y pidió que llamaran a una ambulancia para que pudieran atender a su padre, de 53 años, que se había desvanecido junto a la puerta.

Por ahora, la única testigo del ataque es Carla, ya que los otros cuatro integrantes de la familia no pudieron aportar mayores datos sobre los agresores porque no alcanzaron a verlos. La joven continúa internada, aunque está fuera de peligro. Para la policía el móvil habría sido el robo de la lujosa propiedad (que finalmente no se concretó). El ingeniero Regis, oriundo de Córdoba, era dueño de la empresa química Acril SRL, creada en 1988 en el Gran Buenos Aires. Acril se especializa en aditivos para la industria cerámica, esmaltes y decoración.

La empresa también produce esos insumos para la industria petrolera y la minera, además de de-sarrollar productos y servicios relacionados con el agua potable y las aguas residuales para su tratamiento, purificación y recuperación. Acril tiene sus plantas industriales en Los Cardales, Buenos Aires, y en México DF.

Anoche, en la escena del crimen trabajaban peritos de la Policía Científica en busca de rastros de los asaltantes y detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones local. El caso es investigado por el fiscal de San Isidro Diego Callegari, quien caratuló la causa como “homicidio, abuso de armas y lesiones”.