Una vez al año y durante un mes, alrededor de 100 jóvenes músicos de entre 18 y 26 años de 20 países de América confluyen en un mismo lugar para llevar a cabo la gira anual de la Orquesta de Jóvenes de las América (OJA), un proyecto que ofrece becas a los mejores músicos jóvenes de esos países a través de las que reciben un entrenamiento de dos semanas con las figuras más destacadas del mundo de la música clásica. Luego, pasean su espectáculo por diversos escenarios de América latina. El objetivo es “fomentar en ellos, los nuevos músicos, la conciencia de unión con otras culturas, tan distintas como cercanas a las de ellos, y de impulsar el desarrollo de su conciencia social”, explicó el director principal, Carlos Prieto, a PáginaI12.

El proyecto nació en 2001 con el impulso conjunto del conservatorio estadounidense de New England (NEC por sus siglas en inglés) y de la organización sin fines de lucro Vision Inc., dedicada a la promoción de arte y cultura latinoamericana. En medio de su séptima gira anual, la OJA brindará hoy un concierto en el Teatro Coliseo –ofreció más de 100 desde su inicio en América latina y Europa– y otro en el Teatro Astegno de Rosario, Santa Fe.

Además de la excelencia musical –condición excluyente para formar parte de la orquesta–, “el compromiso social y el sentido de solidaridad que demuestre cada chico tanto hacia adentro del grupo como hacia la comunidad entera, es muy importante”, señaló Prieto, el director de orquesta mexicano que, a los 42 años, es considerado uno de los directores más joven del mundo.

Los “nuevos músicos” tienen la posibilidad de poner en práctica esta conciencia social a la que se refiere Prieto, que comparte la dirección del grupo con Gustavo Dudamel, en cada territorio que pisan. Porque, dependiendo de los contactos que hagan con organizaciones de cada país en el que se presentan, la orquesta de jóvenes interactúa con grupos de músicos de bajos recursos, ofrecen ensayos “a puertas abiertas” o brindan conciertos y clases gratis. Este año, algunos de los músicos desarrollarán talleres dedicados a niños y niñas en situación de riesgo en Montevideo, Uruguay, último destino de la gira actual, que comenzó en Brasil. Sin embargo, el director aclaró que “no hay nada preestablecido desde el inicio, sino que se va dando a medida que llegamos a cada sitio”.

Una vez al año, equipos de especialistas en música de cámara en cada país –Argentina, Brasil, Panamá, Colombia, Venezuela, Chile, Estados Unidos y Canadá, entre otros 20– seleccionan a los músicos que integrarán la orquesta ese año. Alejandro y Mariana Aldana son dos de los ocho argentinos elegidos en 2008. Alejandro, un violinista de 22 años, estudia música en Frankfurt, Alemania. Mariana, de 26, es violoncellista de la Orquesta Sinfónica de Sergipa, en Brasil.

Para ellos, el hecho de formar parte de la OJA tiene un plus. “Nos provocó un gran asombro conocer chicos de nuestra edad que, con muchos menos recursos de los que contamos nosotros, pudieron llegar al mismo nivel académico que nosotros. Los escuchábamos tocar sus propios instrumentos y no lo podíamos creer”, aseguró Alejandro. Mariana, en tanto, entiende a la OJA cono un espacio donde poder utilizar la música como “vía de motivación” para otras personas. “Es como decirles a los que nos escuchan: ¿Ven?, esto puede convertirse en tu estilo de vida.”