Otra vez un geriátrico se transformó en una bóveda anticipada. En esta ocasión, siete ancianos murieron carbonizados o asfixiados cuando el hogar en el que se encontraban internados, en Castelar, se incendió en la medianoche del miércoles. Se sabe: el tiempo de las pericias es diferente al de la ansiedad que demanda sus resultados. De todos modos, algunas voces filtraron la que se supone como causa del incendio: alguien colocó ropas sobre una estufa para secarlas; éstas se prendieron fuego y las llamas se extendieron. Seis de los fallecidos se encontraban en la misma sala. Otro fue auxiliado y falleció en el hospital, intoxicado por el humo. Ocho ancianos y la única enfermera que se encontraba en el lugar fueron rescatados y atendidos en el hospital zonal y en una clínica privada. La que se encuentra en situación más delicada es la enfermera, con parte de su cuerpo quemado. “Estaba en regla con las habilitaciones”, aseguró el secretario de Seguridad de Morón, Lucas Ghi. En la parte médica, también el Ministerio de Salud bonaerense coincidió en que el geriátrico El Hogar de Mary estaba en regla.

El Hogar de Mary pertenece a María de los Milagros Núñez y está ubicado en la calle Gobernador Luis Monteverde 750, a cinco cuadras de la estación Castelar, pleno centro de la localidad residencial, dentro del partido de Morón.

“Cuando llegamos, todo era una bola de fuego”, relató uno de los bomberos. Y agregó que habían logrado rescatar a diez personas, pero una de ellas finalmente murió. “Los otros seis murieron atrapados en un solo ambiente”, agregó. Presumiblemente fue donde se originó el incendio.

Un vecino, que se identificó como Ernesto, relató a la agencia Télam que “mi yerno, Daniel López, vio que había un incendio en el lugar a la medianoche, cuando volvía del trabajo, se bajó del auto y salvó a una de las ancianas”. El edificio del hogar de ancianos era una casona de una planta, que por el fuego sufrió el desmoronamiento de un techo y de parte de la mampostería. Combatieron el incendio cuatro dotaciones de bomberos y un móvil de rescate, mientras que un equipo de emergencia realizó trabajos de apuntalamiento.

La reglamentación que rige para los geriátricos en la provincia indica que todo lo concerniente a la parte edilicia, la seguridad de las instalaciones del edificio, salidas de emergencia, planos de electricidad, construcción adecuada, y demás, debe ser habilitado por autoridades municipales, en este caso la Municipalidad de Morón. Con relación a la actividad que desarrolla, la parte médico-legal, la cantidad de camas por profesionales debe ser indicada y supervisada por el Ministerio de Salud bonaerense.

“Tenía la habilitación definitiva desde 1998 –informó Ghi–. En los últimos doce meses hicimos tres inspecciones que no indicaron problemas. En 2006 fue la única oportunidad en que se encontraron algunas anomalías menores: alimentos colocados junto a elementos de higiene, una cama que no estaba bien ubicada porque dificultaba el paso hacia una salida. En esa oportunidad, un juez de paz ordenó la clausura, y después se levantó rápidamente porque se solucionó de inmediato.”

También el ministro de Salud bonaerense, Claudio Zin, sostuvo que se le “hicieron seis inspecciones y sólo una vez tuvo una pequeña dificultad”. Además, el local estaba habilitado para contar con 23 camas, pero había menos ancianos internados (18) que los permitidos. La dirección médica está a cargo del médico Daniel Burgos (MP 35.518) y, de acuerdo con el ministerio, estaba en regla. Por su parte, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, confirmó que el establecimiento “tenía certificado de habilitación y la estructura estaba en regla”, pero aclaró que “ahora estamos verificando si se estaban cumpliendo las condiciones de dotación y funcionamiento”. A cargo de la investigación quedó el fiscal Alejandro Jons, de la UFI 4 de Morón.

Los dueños del lugar fueron demorados en la seccional 3ª de Morón, pero luego quedaron libres. Se inició una causa caratulada como estrago culposo.