El asalto ocurrió apenas a 150 metros del Obelisco, en pleno centro porteño. Cuatro hombres, armados con escopetas, robaron ayer 300 mil pesos luego de amenazar a los tres custodios de un camión de caudales de la empresa Brinks, cuando se disponían a cargar un cajero automático instalado en la planta baja del edificio donde funciona la Obra Social del Sindicato del Seguro, en Carlos Pellegrini 575. El robo comenzó a las 5.30, cuando el personal de la firma estacionó en la puerta del sindicato. Los ladrones, luego de apoderarse de la saca donde estaba el dinero, se subieron a una camioneta y se llevaron, como rehén, a uno de los custodios. En la esquina de Carlos Pellegrini y Marcelo T. de Alvear, los delincuentes abandonaron el vehículo en el que habían llegado, dejando en su interior, sano y salvo, al custodio. De inmediato subieron a un auto con el que huyeron.

Voceros policiales confirmaron luego que el cajero Banelco que funciona en el Sindicato del Seguro es recargado todos los lunes, miércoles y viernes, siempre a la misma hora. “Es obvio que los ladrones tenían ese dato porque se movieron con mucha soltura”, precisó la fuente. Cuando el camión de caudales llegó al lugar, uno de los tres custodios se ubicó sobre la vereda, en la “posición estratégica” que marcan los reglamentos, mientras que un segundo caminó hacia la puerta del sindicato, con la saca en la mano, y un tercero lo acompañó como respaldo, mientras el chofer seguía dentro del blindado.

Los tres custodios, en forma casi simultánea, fueron interceptados y amenazados por tres de los delincuentes, que en segundos se adueñaron de la saca con el dinero. Los ladrones subieron a la Renault Kangoo en la que habían llegado al lugar y en la que se encontraba un cuarto hombre, al volante de la camioneta. Se llevaron como rehén a uno de los custodios, amenazando con matarlo si eran perseguidos. Lo obligaron a tirarse en la parte trasera de la Kangoo, cuya ventana estaba tapada con una cortina.

El chofer del camión de caudales, al ver lo que estaba pasando, realizó un disparo intimidatorio al aire, pero no logró evitar la huida de los miembros de la banda. En Carlos Pellegrini y Marcelo T. de Alvear, los delincuentes abandonaron la camioneta y al custodio ileso y se subieron a otro auto en el que escaparon. La Kangoo, según informó después la policía, había sido robada el martes en el partido bonaerense de Ituzaingó. El custodio que había quedado encerrado en el vehículo se bajó luego de comprobar que los cuatro ladrones se habían ido.

En el caso intervino personal policial de la seccional tercera, con jurisdicción en la zona. Un jefe policial comentó que el único testigo del asalto fue un sereno que trabaja en el sindicato. Los custodios de Brinks prestaron declaración en la comisaría, donde aportaron datos tendientes a esclarecer el hecho, que es investigado por el fiscal de Instrucción 18 de la Capital Federal, Marcelo Ruilópez. Expertos de la Policía Científica de la Federal realizaron una completa inspección de la camioneta abandonada por los ladrones, para tratar de encontrar huellas u otros datos que puedan llevar a los asaltantes.