“Es una barbaridad.” Así calificó ayer la ministra de Salud, Graciela Ocaña, la decisión de un tribunal cordobés de prohibir en esa provincia la entrega gratuita en hospitales y centros de salud de la píldora de anticoncepción de emergencia (AE) por considerarla –erróneamente– abortiva. Ocaña adelantó a PáginaI12 que la Nación apelará el fallo en los próximos días. El gobierno de Córdoba también anunció que lo recurrirá ante la Corte provincial y aclaró que hasta que la sentencia no esté firme seguirá distribuyendo el contraceptivo gratuitamente, como ocurre en el resto del país. “No hay ninguna evidencia científica en el mundo entero de que este tratamiento con levonorgestrel sea abortivo, salvo en ratas y conejas”, aseguró a este diario el investigador del Conicet Carlos Nagle, director del Centro de Investigación en Reproducción Humana y Experimental (Cirhe) del Instituto Universitario Cemic, uno de los científicos argentinos que más ha estudiado el mecanismo de acción de la llamada píldora del día después. “Esta sentencia es fundamentalismo puro”, agregó Nagle (ver aparte).

La prohibición de la entrega gratuita de AE fue pedida en la justicia a través de un recurso de amparo por la Asociación Civil Mujeres por la Vida, una entidad vinculada a los sectores más conservadores de la Iglesia Católica cordobesa. Acompañó ese reclamo la entidad “pro vida” Portal de Belén, la misma que viene objetando en los tribunales cada avance que se da en esa provincia en materia de salud sexual y reproductiva. Con argumentos religiosos pretendió antes prohibir la ejecución del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva en el territorio cordobés, para evitar la entrega gratuita de cualquier clase de anticonceptivos, desde preservativos hasta dispositivos intrauterinos (DIU).

“Vamos a apelar la semana próxima. Es un fallo sin fundamentos científicos y además incongruente”, indicó la ministra Ocaña, al ser consultada por PáginaI12, mientras estaba en la provincia de Formosa.

–¿Por qué dice que también es incongruente? –le preguntó este diario.

–Porque no prohíbe la comercialización de las píldoras. Considera que la anticoncepción de emergencia es abortiva para la gente pobre y no para la que tiene dinero para comprarla en una farmacia. Es una sentencia que impide que las mujeres sin recursos puedan tener acceso a este método anticonceptivo de emergencia. Los estudios científicos señalan claramente que no es abortivo, que inhibe la ovulación, pero no impide la anidación si ya se produjo la fecundación. No se puede establecer el marco de vida para toda la sociedad a partir de creencias religiosas.

Ocaña tiene en su escritorio desde fines de junio una carpeta con un resumen de las últimas investigaciones realizadas en el mundo sobre la acción del levonorgestrel, principal componente de la AE. Se la preparó la Anmat, el organismo encargado del control y la aprobación de los medicamentos y anticonceptivos en el país. El paper no deja dudas: “No se describe en la literatura caso alguno de interrupción de un embarazo ya iniciado como resultado en dosis y régimen correcto de administración de la AE con levonorgestrel”, dicen las conclusiones, firmadas por la directora de Evaluación de Medicamentos de la Anmat, Analía Pérez. Ocaña pidió el informe después de una reunión con varios obispos que le reclamaron la prohibición de la comercialización de la AE en todo el país, según pudo saber este diario.

“Si fuera abortiva, no sería aprobada”, señaló a PáginaI12 el subinterventor de la Anmat, Daniel Gollán.

La sentencia contra la entrega gratuita de la AE en la provincia de Córdoba salió de la Cámara en lo Civil y Comercial de 1ª Nominación de Córdoba. El fallo, con fecha 7 de agosto, fue dividido. Los jueces Mario Sarsfield Novillo y Mario Lescano votaron a favor del reclamo de las entidades “pro vida” y Julio Sánchez Torres, en contra. Unas semanas atrás otra organización católica logró en Tierra del Fuego una sentencia similar, que también fue apelada por la provincia.

El ministro cordobés de Salud, Oscar González, calificó el fallo de “mamarracho”, “absurdo”, “inaplicable” y “confuso”. Además, precisó que la AE está “aconsejada en los programas de la Organización Mundial de la Salud como método anticonceptivo de emergencia” y destacó que su distribución gratuita “nos ha permitido, entre otras cosas, con el Programa de Salud Sexual y Reproductiva, ser exitosos en la prevención de la mortalidad materna”. Y agregó: “No es abortiva, eso está fuera de discusión. Hasta que la sentencia esté firme, la píldora se seguirá distribuyendo”, a través de las guardias de hospitales y centros de salud de la provincia.

También cuestionó el fallo la titular del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, Ana Suppa. “Estos grupos que cuestionan la anticoncepción de emergencia confunden a la población. Está comprobado que no es abortiva”, sostuvo Suppa, en diálogo con este diario. La ex legisladora porteña confirmó que la población que la necesite, ante relaciones sexuales sin protección, puede pedirla gratuitamente en las guardias hospitalarias de todo el país.