Un joven, que se disparó en la cabeza luego de matar a balazos a su ex pareja en el supermercado Coto del barrio porteño de Boedo, murió ayer en el Hospital Fernández. El asesinato ocurrió el sábado a las 13.15, en una sucursal de la cadena de hipermercados Coto, ubicada en la avenida Boedo 777, donde la víctima trabajaba como cajera. La mujer, Jéssica Loza (26), fue sorprendida en plena tarea por el homicida, Andrés Maximiliano González (25), quien hizo varios disparos al pecho de su ex pareja y luego se disparó para quitarse la vida. El episodio conmocionó a todo el barrio.

Según testigos y fuentes policiales, todo comenzó cuando González ingresó al local. Allí se acercó a la caja central, sacó un revólver calibre 38 de entre sus ropas y disparó varios balazos en el pecho de su ex pareja. Loza cayó al piso y falleció poco minutos después. Luego, González se descerrajó un balazo en la cabeza. El disparo le provocó una gran pérdida de masa encefálica, señalaron fuentes del centro de salud.

Los clientes que hacían cola frente a la caja de Loza se arrojaron al suelo en medio de los gritos. Todos pensaron que se trató de un robo. Incluso un policía de la comisaría 10ª, que entró y gritó: “Alto, policía”.

Una compañera de la víctima relató a la prensa que “el ex marido la había venido a amenazar a la mañana y ella se fue, pero después volvió porque había mucha gente”. Agregó que González “la había amenazado varias veces, la esperaba afuera y le mandaba mensajes de texto”.

La joven describió a la víctima como “muy buena, muy trabajadora y muy alegre, a pesar de tener problemas”, y aseguró que con el muchacho que la mató tenía un hijo (de tres años), pero “estaba todo mal y ya no vivían juntos”. Otra compañera de trabajo coincidió. “Ella estaba muy asustada, a la mañana él le había mandado un mensaje de texto y luego habían dialogado a través del vidrio del comercio que todavía permanecía cerrado y fue entonces cuando le advirtió que no salía del lugar”, relató la mujer.

El subcomisario Hernán Castelli, de la comisaría 10ª, dijo que estaba verificando si Loza había realizado alguna denuncia contra González.

El caso, caratulado “homicidio y tentativa de suicidio”, quedó a cargo del juez de Instrucción Criminal porteño Nº 34, Federico Salvá.