Las parejas del mismo sexo están a un paso de lograr un reclamo que lleva varios años: poder compartir la obra social. La Cámara de Diputados dio media sanción ayer al proyecto que permite a un afiliado homosexual extender los beneficios a su conviviente. Ahora la iniciativa deberá ser debatida en el Senado. La aprobación coincidió con la puesta en vigencia, también ayer, de la pensión para viudos gays, otra conquista histórica de la comunidad gay-lésbica.

El proyecto votado ayer por 130 votos a favor y apenas tres en contra sustituye el artículo 9 de la ley de obras sociales, de modo que quede incluido en calidad de beneficiario “la persona que conviva con el afiliado titular en unión de hecho, sea o no de distinto sexo, y sus hijos”.

La iniciativa fue presentada hace dos años por la diputada radical Silvana Giudici, que la impulsó entre otros legisladores. El año pasado, el proyecto llegó a tener dictamen de comisión. La Comunidad Homosexual Argentina exhortó a su tratamiento a mediados de diciembre en una solicitada publicada en este diario. Pero las sesiones terminaron y nunca fue discutido en el recinto, por lo que perdió estado parlamentario.

Este año, Giudici insistió con su presentación. Y tuvo mayor suerte. “Más allá de que esté pendiente el debate por la unión civil o el matrimonio entre personas del mismo sexo, ésta es una conquista importante para que los derechos sociales sean inclusivos y no sean motivo de discriminaciones”, destacó la diputada a PáginaI12.

En realidad, muchas obras sociales ya aceptaban a las parejas homosexuales como afiliadas al sistema. “En los casos en los que había negativa se recurría a la Justicia y allí se les daba la razón, pero era necesario que una ley lo expresara específicamente para que no quedaran dudas”, explicó. Algunas obras sociales –como Osplad, Ioma u Osecac– autorizaron la inclusión de parejas gays después de ser obligadas a hacerlo por un fallo judicial en un caso concreto.

Desde la CHA, Pedro Paradiso Sottile, coordinador del área jurídica de la entidad, recordó que en el año 2000 la Superintendencia de Seguros de Salud admitió la extensión del beneficio. “Pero en cada caso había que hacer un reclamo individual: ir a la obra social, esperar el rechazo y entonces hacer la presentación en la Superintendencia. Ahí se le otorgaba, pero había que recorrer todo ese camino burocrático”, explicó Paradiso. “Esta es la victoria de muchos años de lucha para que se cumpla con lo que la Constitución manda, que es la igualdad ante la ley”, se entusiasmó.

–¿Qué cambió para que un proyecto postergado y que hasta terminó cayendo años anteriores ahora fuera aprobado?

–Fundamentalmente tuvo que ver este paso de la pensión y el apoyo de la Presidencia de la Nación. Esta decisión puso en el debate público en las últimas dos semanas estos reclamos que venimos sosteniendo desde hace tiempo.

–¿Esto se extiende a las prepagas?

–Lo que rige para las obras sociales también es válido por jurisprudencia para las prepagas. Pero igual las prepagas nunca se opusieron a esto, porque bastaba con pagar por una persona más...

El PAMI, por su parte, la venía cumpliendo desde el año 2003. “El reconocimiento de este derecho significa un avance impostergable para las parejas y familias, que se sumará a la reciente conquista del otorgamiento del derecho a pensión”, festejó por su parte la Federación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.