“Yo viví la violencia de Tierno. A la mujer le pegaba delante de los niños.” Otra mujer, esta vez María Silveyra, una ex empleada doméstica que trabajó en su casa, aseguró que fue testigo de las golpizas del destituido intendente de Santa Rosa, Juan Carlos Tierno, que mañana vuelve a presentarse, procesado por abuso de autoridad, como candidato del justicialismo para pelear en las urnas por su regreso al principal sillón del municipio de la capital pampeana. La gestión de Tierno duró sólo 87 días: en ese tiempo nunca funcionó el Concejo Deliberante por falta de quórum de la oposición y se sucedieron decenas de manifestaciones callejeras contra su política de mano dura.

El testimonio de Silveyra fue publicado por el periódico local Lumbre en su última edición de agosto. Cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estuvo en La Pampa, el 12 de agosto, se enteró de la publicación. Horas después, llamó a la casa de Silveyra, pero no la encontró. Según contó luego su hijo, que atendió el teléfono, CFK se presentó y le dejó un mensaje a su madre: “Decile que la quería felicitar, por el coraje de dar su testimonio”, le dijo.

La mujer describió que imperaba un ambiente de verdadero terror en la casa que entonces compartía Tierno con su primera esposa, y madre de sus dos hijos mayores, hoy ya veinteañeros, que las palizas que le propinaba se repetían con asiduidad y que ella, incluso, llegó a ser testigo de varias. “El clima era insoportable... a Emilce la castigaba por cualquier cosa, siempre fue un hombre violento, a su hija yo la protegía sacándola de la casa o llevándomela a otra habitación. El más chico tenía pocos meses, todavía no podía entender lo que ocurría”, contó la mujer.

PáginaI12 ubicó meses atrás a la primera esposa de Tierno en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, donde ejerce como fonoaudióloga y vive desde que se separó del ex intendente de Santa Rosa. Aunque prefirió mantener su identidad en reserva, la ex pareja confirmó que hasta la separación de ambos estuvo signada por violencia: contó que tuvo que “huir” literalmente de La Pampa por caminos alternativos para evitar que la mano larga de Tierno le bloqueara el paso. Iba con los dos hijos que tuvieron ambos, por entonces pequeños. Sus denuncias contra Tierno, misteriosamente, dijo, desaparecían de la policía. Tierno era en aquel momento asesor letrado del ex gobernador Juan Carlos Marín y a la vez encabezaba una comisión provincial de defensa de los derechos humanos.

No fue con la única que habría sido violento. Poco antes de que fuera destituido por la intervención decretada por el gobernador justicialista Oscar Mario Jorge, a principios de marzo, salió a la luz otra historia que lo tiene como protagonista de violencia de género, tal como dio cuenta en su momento PáginaI12. En 1984 una ex novia suya terminó internada durante varios días en una clínica privada de la ciudad, con lesiones y quemaduras de cigarrillos en los pezones y el vientre, según recordó en diálogo con este diario una de las enfermeras que la atendieron. El policía provincial que le tomó declaración contó que fue inmediatamente confinado a una lejana seccional del oeste pampeano y el sumario con la denuncia desapareció. “Así es el poder político”, se lamentó con tristeza –en una breve conversación con este diario– la ex novia, víctima de aquella golpiza, sobre la cadena de complicidades que permitieron ocultar el hecho.

Ahora otra voz, la de una ex empleada doméstica, da cuenta de la violencia machista del candidato del PJ. Silveyra no puede creer que parte de la ciudadanía de Santa Rosa lo haya ungido nuevamente candidato. Como tantos vecinos, la mujer pensó que con la intervención empezaba el ocaso político de Tierno. “Ella le tenía mucho miedo a Tierno. Cualquiera se daba cuenta”, dijo Silveyra sobre el vínculo de la ex esposa con el candidato del PJ. El encuentro con la ex empleada doméstica se produjo de manera casual con el periodista Juan Carlos Martínez –que le hizo la entrevista–- durante una de las manifestaciones populares de marzo en contra del entonces jefe comunal. “Ella estaba entre los vecinos que reclamaban el alejamiento del funcionario”, contó Martínez. “Es un golpeador, yo lo sé porque lo viví de cerca”, dijo María de viva voz y fue ese primer relato el que produjo el nexo para que unos días atrás se animara a recordar aquellos días. Trabajó seis meses en la casa: en el último mes se produjo la huida de la ex esposa.

“Yo fui una mujer golpeada por hombres, estas cosas las viví en carne propia. Sé lo que es tener miedo, tener pánico, y hasta que uno no vence el medio, nadie se lo saca. Ya no tengo miedo”, aseguró, cuando le preguntaron si no temía represalias por sus declaraciones contra Tierno.

Tierno ganó la elección interna del PJ dos meses y medio después de su destitución. Triunfó con el 39 por ciento de los votos frente a Javier Paz, candidato de Jorge y de la conducción del PJ, que logró el 31 por ciento. La dispersión de los votos lo favoreció: hubo seis listas distintas. El año pasado había ganado con el 51 por ciento. Curiosamente, obtuvo más respaldo entre los independientes –las internas son abiertas y obligatorias– que entre afiliados peronistas.

Los últimos sondeos no permiten adelantar un resultado mañana: Francisco Torraga, el postulante del Frente Pampeano (Frepam), una coalición integrada por la UCR, el Partido Socialista, el ex Frente Grande y el MID, apenas superaría en intención de votos a Tierno. Pero la imagen de Tierno ha perdido apoyo en el último mes, según marcan las encuestas. A tal punto que el eje de su campaña dejó de ser su nombre propio y el énfasis se corrió a que es el candidato del PJ, con los sones de la marcha peronista como fondo a todo volumen por las calles de Santa Rosa.