Por Enric González
Desde Washington

La policía encontró un naipe con una figura de tarot, el que representa a la muerte, muy cerca del lugar desde el que el francotirador que aterroriza a Washington disparó el lunes contra un chico de 13 años. En el naipe había sido escrita una frase: “Querido policía: yo soy Dios”. El jefe de policía del condado de Montgomery, Charles Moose, consideró “posible” que fuera una nota del asesino y se declaró indignado por la filtración a la prensa del hallazgo, que él deseaba mantener en secreto. El francotirador ya mató a seis personas.
El naipe, que muestra a un jinete y representa a la muerte, fue encontrado junto a un cartucho vacío en un bosque del condado de Prince George (Maryland). Ambos objetos se encontraban en una zona donde la hierba aparecía aplastada, como si alguien se hubiera acostado sobre ella. Los analistas del FBI, que asumieron el análisis del naipe y el cartucho, dijeron que el emplazamiento donde aparecieron ambas cosas era probablemente el lugar desde el que el francotirador, tumbado boca abajo, disparó el lunes contra su víctima más joven.
El muchacho, que recibió un disparo en presencia de su tía cuando estaba a pocos metros de la entrada de la escuela de Bowie, seguía ayer en estado crítico pero estable. Su identidad se mantenía en secreto. La otra persona herida por el francotirador, una mujer que el viernes sufrió un disparo en Fredericksburg (Virginia), recibió el martes el alta hospitalaria. Otras seis personas han muerto desde el miércoles pasado, cuando comenzó a actuar un francotirador del que, por el momento, apenas se sabe nada: que utiliza un rifle de gran potencia y precisión, que es un excelente tirador y que conoce muy bien los alrededores de Washington. El FBI no ha logrado, por el momento, establecer un perfil psicológico fiable del asesino. Se especula, en principio, con la idea de que mata para sentirse poderoso, pero su comportamiento no encaja con el atribuido típicamente a los asesinos en serie, cuya emoción al matar es tan intensa que requiere un período de “enfrentamiento”, de semanas o días al menos, entre víctima y víctima.
La recompensa ofrecida a quien proporcionara pistas que condujeran a la detención del asesino ha aumentado ya hasta 240.000 dólares: 100.000 ofrecidos por el estado de Maryland, 50.000 por el condado de Montgomery y el resto por fundaciones y particulares. Ayer, tras una falsa alarma ocasionada por un tiroteo en un motel del condado de Prince George inicialmente relacionado con el francotirador, la policía cercó una amplia zona boscosa bastante próxima a la escuela de Bowie para tratar de localizar a una persona sospechosa.
La persona, vista por una mujer, era un hombre blanco, con chaqueta y gorra de béisbol azules, que había estacionado un automóvil también azul oscuro junto al bosque y se había adentrado en él a pie, llevando consigo una bolsa oscura y alargada. La policía consideró ‘fiable’ el testimonio de la mujer, pero matizó que las personas con bolsas largas, como las fundas de rifles, no eran necesariamente sospechosas. Varios topógrafos trabajan en la zona y guardan sus trípodes en ese tipo de bolsa. El hombre buscado en el bosque cercano a la escuela no había sido localizado a última hora del miércoles.
Los distintos cuerpos de policía implicados en la investigación, que ocupa ya a más de 200 agentes locales, estatales y federales, estudiaban la posibilidad de que el francotirador no hubiera iniciado su cadena de crímenes el miércoles pasado, cuando mató a cinco personas en 24 horas, sino bastante antes, el 14 de septiembre. Ese día, un empleado de una tienda de licores en un centro comercial de Silver Spring, dentro de la zona en la que opera el asesino, fue herido de bala sin que se localizara al agresor. Los fragmentos de proyectil extraídos del cuerpo del empleado,que ya está casi restablecido, no permitieron extraer conclusiones firmes sobre la autoría de ese disparo.
“No relacionamos ese suceso con los demás disparos, pero tampoco lo descartamos”, declaró Michael Bouchard, de la oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego del FBI.
La actuación del francotirador desconocido ha generado una tensión creciente entre los habitantes del sur de Maryland, un área de suburbios acomodados en torno a la capital de Estados Unidos. Casi un tercio de los alumnos de la escuela de Bowie optaron el miércoles por quedarse en casa, por decisión de sus padres. Cientos de familiares de adultos asumieron la función de vigilantes voluntarios y se desplegaron por las carreteras y zonas boscosas próximas al centro escolar de Bowie.

De El País de Madrid. Especial para Página/12.