La epidemia de gordura en los Estados Unidos no se detiene. Nuevas estadísticas revelaron que el sobrepeso y la obesidad aumentaron considerablemente en la última década y actualmente afectan al 64,5 por ciento de los adultos, lo que significa que unos 120 millones de personas se encuentran muy lejos de estar en forma. El problema no sólo es una cuestión de edad. La cantidad de chicos con exceso de peso se triplicó en las últimas dos décadas, según advirtió ayer el secretario de Salud Pública, Tommy Thompson.
Los datos surgen de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, considerada uno de los estudios más serios en relación con la altura y el peso de los estadounidenses. La prevalencia de obesidad entre adultos aumentó de un 22,9 por ciento en 1988-1994 a un 30,5 por ciento en 19992000. Pero si se tiene en cuenta también el sobrepeso, el incremento fue de 55,9 por ciento al 64,5 por ciento.
La enfermedad afecta más a las mujeres que a los hombres: un 33 por ciento de ellas está gorda, contra el 28 por ciento de los varones. Y hay más mujeres negras con exceso de peso y obesidad (con un 50 por ciento) que mexicano-estadounidenses, donde las afectadas son el 40 por ciento. Pero uno de los datos más alarmantes es que cerca del 15 por ciento de los niños y jóvenes entre 6 y 19 años, es decir cerca de 9 millones de menores, sufren de sobrepeso.
“En las últimas dos décadas hemos visto cómo, virtualmente, se ha duplicado el número de personas obesas, y esto tiene profundas consecuencias para la salud”, señaló Thompson. De acuerdo con los especialistas, estas cifras probablemente significarán una explosión de dolencias cardíacas, diabetes, ciertos tipos de cáncer, artritis y otras enfermedades. Para algunos, es el “lado oscuro de una sociedad técnicamente avanzada”, porque hay abundancia de alimentos y falta de actividad física.