SOCIEDAD
› OPORTO DESCARTO LA IDEA DE LA COLIMBA EDUCATIVA
Idea a cuarteles de invierno
El proyecto de instaurar en la provincia una “colimba educativa” entró en vía muerta. Después de la polémica que levantó la idea de enviar a los chicos de sectores marginados a los cuarteles para terminar su instrucción, ayer el director de Educación y Cultura bonaerense, Mario Oporto, reconoció que está casi descartada. Aunque no fue admitido oficialmente, la muerte del cadete de la Escuela de Suboficiales General Lemos terminó de sellar la suerte de la iniciativa.
“Nunca avanzó la idea, nació como el título de una idea y no creció y como no se desarrolló yo sigo pensando que los chicos tienen que estar en la escuela hasta los 18 años”, sostuvo Oporto. “El debate se apresuró y provocó muchas críticas y debo decir que soy respetuoso de los trabajos que hacen otros, pero creo que la escuela es irreemplazable”, insistió.
Lo del “trabajo que hacen otros” fue una alusión al senador y virtual vicegobernador Hugo Corvatta, impulsor del proyecto para que los chicos que terminan la EGB y no siguen el Polimodal vayan a parar por un año a los cuarteles para instruirse en un oficio. Felipe Solá se encargó de darle todo el oxígeno a la idea, que hasta calificó de “sana”.
Pero ahora Oporto salió a bajarle el tono. “Nunca se avanzó –reiteró–, fue apenas el título de una idea, yo estaba dispuesto a trabajarla con mis equipos para ver cuál era el proyecto, pero como eso no se ha desarrollado yo sigo trabajando en otra línea.”
El proyecto tuvo una fuerte resistencia del Ministerio de Educación de la Nación y de los gremios docentes, que lo calificaron de “insólito” ya que la iniciativa preveía darle al Ejército 150 pesos por cada chico y los gremialistas destacaban que ese dinero habría que incorporarlo para financiar el sistema educativo. También se opuso un amplio abanico de especialistas en educación y dirigentes de derechos humanos.
Ayer, Oporto –que desde el comienzo demostró en público un escaso entusiasmo por el proyecto– remarcó que “la idea se desvió” y aunque sostuvo que el caso de la muerte del cadete Segundo Cazenave “no influyó” en el descarte del proyecto, admitió que “planteó preguntas sobre lo que está pasando en esas instituciones”.
Graciela Pereyra de Cazenave, madre del joven, acusó a las autoridades de la Escuela de Suboficiales General Lemos, donde su hijo estudiaba, de haberlo sometido a vejámenes y malos tratos y denunció que ésa fue la causa de la muerte.