Un nuevo peritaje en el caso de Martín Ríos, más conocido como el tirador de Belgrano, abrió la puerta para llevar a juicio al autor de los disparos que dieron muerte a Alfredo Marcenac e hirieron a varias personas, porque determina que Ríos no es inimputable. El peritaje, realizado a pedido del fiscal Mariano Solessio por dos psicólogas del Cuerpo Médico Forense, dictaminó que Ríos es imputable porque no reconocieron en él características psicóticas como sí lo había determinado el peritaje psiquiátrico inicial. Las peritas psicólogas María Elena Chicatto y Mónica Herrán explican en su dictamen que “en su procesamiento psíquico no se detectaron desajustes de índole psicótica, prevaleciendo sí la tendencia al manejo reticente, evasivo y oposicionista”. El dictamen coincide con el pedido de la familia Marcenac. “Lo único que queremos –dijo Adrián Marcenac, padre del joven muerto– es llegar a un juicio oral para que no nos quede la sensación de impunidad que reina en la sociedad y sea en ese ámbito donde se defina si Martín Ríos es o no imputable por el crimen de mi hijo.”

“El detenido Martín Ríos presenta en estos momentos un trastorno severo de personalidad con aspectos disociados e inmadurez en los planos psicosexuales, asociado a un marcado aumento en los montos de impulsividad”, dice el informe psicológico. También destacan “la presencia de elementos que dan cuenta del carácter peligroso que puede tomar la acción por la agresividad prevalente detectada”. Pero las peritas no detectaron “desajustes de índole psicótica, prevaleciendo sí la tendencia al manejo reticente, evasivo y oposicionista”.

El informe fue firmado en coincidencia por el perito psicólogo de la familia Marcenac, Héctor Label, y en disidencia por la perita de la defensa, Patricia Martínez Llenas, quien presentó un informe por separado en el que se indica que Martín Ríos “debe ser internado en un establecimiento psiquiátrico”.

Actualmente, Ríos se encuentra internado en la Unidad Penitenciaria del Hospital Psiquiátrico Borda, procesado por el homicidio agravado por placer (tal fue la calificación) del que fue víctima Alfredo Marcenac el 6 de julio de 2006. También se lo acusa de haber cometido otros tres ataques a balazos en el mismo barrio contra una confitería, un tren y un colectivo, hechos en los que hubo heridos.

Adrián Marcenac sostuvo que “esta nueva pericia dice lo que venían sosteniendo nuestro peritos, es decir, que a pesar de que Ríos padece un trastorno de su personalidad severo, no es cierto que no puede comprender la criminalidad de sus actos”.

En cambio, para el abogado de Ríos, Angel Ramallo, “esta pericia fue realizada en una sola entrevista con el paciente y no puede contrarrestar a las dos juntas de psiquiatras que evaluaron a Martín durante meses y lo definieron como un esquizofrénico incapaz de comprender la criminalidad de sus actos”.

Marcenac respondió que “en realidad, el único dictamen que lo trata como psicótico es el que le hicieron los psiquiatras del Cuerpo Médico Forense. A ese dictamen se oponen todas las historias clínicas anteriores, de Ríos en el Hospital Italiano y en el Hospital Pirovano”.

Lo que se juega en los dictámenes es determinar si Martín Ríos tiene componentes de una estructura psicótica o no los tiene. En el primer caso, la ley lo considera inimputable, literalmente loco y, por lo tanto, no responsable de sus actos en el momento en que los cometió, es decir, no sabía que estaba matando cuando lo hacía. En ese caso, se lo deberá sobreseer e internar en la unidad penal psiquiátrica del Borda (donde se encuentra actualmente). En cambio, si se lo dictamina como lo hicieron en el último peritaje, es decir, sin rasgos psicóticos, la jueza María Fontbona de Pombo puede disponer su imputabilidad y elevar el caso a juicio.