“¡Hijo de puta, por qué no te moriste vos, rata criminal!”, gritó la mujer interrumpiendo a Omar Chabán justo en el momento en que intentaba explicar a los jueces las diferencias entre monóxido de carbono y ácido cianhídrico (que provocó las muertes en la disco) y la falsedad de que alguien hubiera podido entrar y salir del recinto para rescatar víctimas. La audiencia fue suspendida de inmediato por orden del presidente del tribunal, Raúl Llanos, mientras la mujer, Miriam Chaparro –madre de David (14), una de las víctimas de Cromañón–, era presa de una crisis de nervios y lloraba y golpeaba el banco de la sala con sus puños. Quince minutos después, la audiencia continuó. Fuera de los Tribunales, Julio Roberto Vittone, quien en la audiencia del lunes había sido acusado por Chabán de haber lanzado las bengalas que incendiaron la disco, dijo a los medios: “Yo reconozco que tiré tres bengalas, pero no fui quien prendió fuego al boliche. Las personas que lo hicieron fallecieron, no están vivas”. Lo hizo desde el estudio de su abogado, por las dudas.

La audiencia, igual que la anterior, se desarrollaba a través de los tortuosos meandros interpretativos del ex empresario autorreducido a comerciante Omar Chabán. En esta ocasión, el despliegue se fue desarrollando sobre el ácido cianhídrico y sus diferencias con el monóxido de carbono. Y en ese marco, la insistencia de Chabán, tal como ocurrió el lunes pero ahora en forma más evidente, cargó las responsabilidades sobre los jóvenes, sobre el público. “Pese a tantos recaudos que se toman en los recitales, fue el público el que hizo los hechos.” Y agregó: “El público tenía la soberbia de la juventud, que no respeta la autoridad. Esto es un tema sociológico, que está más allá de todo lo que pasó”, remató.

Como el lunes anterior, ayer, apenas iniciada la audiencia, los padres se retiraron masivamente de la sala y pasaron a seguir la declaración desde las dos pantallas plasma ubicadas fuera de la sala, luego de que les pidieran que durante la declaración no exhibieran las fotos de sus muertos. Quedaron algunos padres, entre ellos, Chaparro. Chabán dijo que el humo que se desprendía del techo tenía características extrañas, alucinógenas se diría, que “hacía pensar en la muerte y por eso todos hablan acá de que se acordaban de la familia y de los amigos”. E inmediatamente después atacó buena parte de las declaraciones de los testigos sobrevivientes y de los bomberos: “Es mentira que entraban cinco o seis veces a sacar gente porque si hacían eso se morían”. Acto seguido agregó su crítica: “No creemos héroes, porque hasta los bomberos tenían miedo de entrar porque sabían que se iban a morir”.

“¡Por qué no te moriste vos, hijo de puta, rata criminal!”, le gritó en ese momento Chaparro, provocando la sorpresa del tribunal, de Chabán y de todos los que se encontraban allí dentro. La mujer comenzó a llorar y a golpear el banco en el que estaba sentada, mientras padres que se encontraban en el lugar o fuera, y policías, acudieron a calmarla. Retirada del lugar, quince minutos después, la audiencia se reanudó. Entonces, Chabán pidió disculpas a la mujer. Luego continuó declarando. En el segundo tramo, sostuvo que no organizó el recital sabiendo que se iba a producir el incendio y que desconocía los efectos que podía producir el material del techo, “como lo desconocían los bomberos y el SAME”.

Durante la audiencia, también negó que Vittone hubiera aparecido públicamente como resultado de una maniobra suya. “Están diciendo que planté la prueba, pero yo no lo conozco a ese señor, él llamó a la revista y se comunicó con la periodista.” Lo mismo dijo Vittone, desde el estudio de su abogado, Hugo López Carribero. “Reconozco que tiré tres bengalas, pero no fui quien prendió fuego el boliche –dijo Vittone–. Las personas que lo hicieron fallecieron, no están vivas.”