Los dueños del Instituto San Pedro, una escuela de gestión privada de José C. Paz, y la totalidad del equipo docente y directivo que allí se desempeña fueron sometidos a un sumario de investigación, labrado por la Dirección de Educación de Gestión Privada bonaerense, con el objetivo de determinar cuáles son las responsabilidades que les caben por la muerte de un alumno dentro del establecimiento. El nene, de 8 años, se cayó de un inodoro y sufrió un corte profundo en la yugular con los restos del artefacto. Falleció desangrado antes de que fuera asistido por la unidad de urgencias médicas.

Si bien todos están siendo investigados, “el nivel de responsabilidad es más grande cuanto más poder y obligaciones determina el cargo de cada persona. Hasta ahora, los propietarios son los principales responsables”, sentenció Néstor Ribet, director de Educación Privada de la provincia. Mientras el hecho es investigado por la UFI Nº 4 de San Martín como “muerte dudosa”, los restos de Facundo –único hijo de un matrimonio de jóvenes docentes– fueron sepultados sin ser velados en el cementerio de Moreno.

Los amigos del nene, compañeros de 3º grado en el Instituto San Pedro, son quienes más detalles conocen acerca de cómo se desencadenaron los hechos, el martes a la mañana. En tanto, Cecilia, la tía del nene –único miembro de su familia que accedió a hablar con los periodistas– aseguró que “no se sabe bien qué pasó. Al parecer, Facundo se cayó de un inodoro y se cortó la yugular. Aparentemente nadie lo ayudó, sólo los compañeros que gritaban que se estaba desangrando”.

Pese a la falta de una versión oficial, la hipótesis que resuena con más fuerza relata que Facundo estaba jugando a “la búsqueda del tesoro” junto con sus amigos en un recreo. En un momento, ingresó en el baño de varones y se subió a uno de los inodoros, artefacto que cedió ante el peso –que no debió haber sido demasiado ya que el nene era menudo– y se desplomó. Al chocar contra el piso, el inodoro se partió en pedazos sobre los que cayó Facundo. Uno de esos pedazos le ocasionó un corte profundo en el cuello, a la altura de la yugular. No obstante, se levantó del piso y, tomándose el cuello con las dos manos, caminó hasta preceptoría, donde se encontraba la directora del colegio.

Al parecer, ningún docente o empleado del instituto se dio cuenta del accidente ni notó que Facundo estaba herido hasta ese momento. Una vez en la puerta de preceptoría, el chico se desvaneció. Pese a las tareas de primeros auxilios que la directora y el profesor de Educación Física le aplicaron, Facundo falleció allí, producto de la pérdida de sangre, incluso antes de que llegara la ambulancia.

Su tía supuso, en declaraciones a la prensa, que “el inodoro debe haber estado roto” y responsabilizó a las autoridades del establecimiento, ya que “es un colegio privado en el que se paga mucha plata y tiene que estar todo muy cuidado”.

Al respecto, Ribet aseguró que los establecimientos educativos pagos “son inspeccionados al menos una vez al año a nivel pedagógico, administrativo y edilicio”. No obstante, reconoció que “es una línea de investigación la posibilidad de que existan fallas en las condiciones del edificio y de sus instalaciones que, habiendo sido detectadas por inspecciones pasadas e instadas las autoridades del colegio a modificarlas, no lo hayan hecho”. En el Instituto San Pedro estudian alrededor de 600 alumnos, repartidos en los cuatro niveles educativos que ofrece, y trabajan “entre 80 y 100 docentes”, según el cálculo del funcionario.

Los directivos y los dueños del colegio “deberán aportar todos los datos que tengan acerca del hecho ante los investigadores de la Auditoría General, a cargo del sumario. Lo recabado se llevará a la fiscalía”, sostuvo. El establecimiento, cerrado por duelo desde el martes, reabrirá hoy sus puertas, para que las autoridades, funcionarios de la Dirección de Educación Privada bonaerense y un equipo de psicólogos expliquen lo ocurrido a los padres de la comunidad. Las clases se retomarán recién el lunes.

Informe: Ailín Bullentini.