SOCIEDAD › AUMENTOS DE UN 25 POR CIENTO PARA EL VERANO, LA CRISIS Y BRASIL
Un informe sobre los precios del verano en la Costa Atlántica. Los alquileres no ofrecerán demasiados cambios, pero los restaurantes y el alquiler de carpas y sombrillas muestran aumentos de al menos el 25 por ciento. Compiten con la crisis y el real devaluado.
“El viajar es un placer”, entonaba en los ’70 Pipo Pescador; sin embargo, veranear esta temporada en la costa argentina va a ser tan placentero como costoso. Aunque en los alquileres de inmuebles no se registrarán grandes subas con relación al año pasado, son sobre todo la oferta gastronómica y los alquileres de carpas y sombrillas los servicios que sufrirán mayores incrementos en sus precios. Respecto del verano pasado, en el hospedaje se va a registrar un aumento del 10 por ciento, mientras que en los precios de los restaurantes como en los balnearios las subas alcanzarán el 25 por ciento. Este incremento, como la crisis económica mundial y la devaluación del real en Brasil, generan que muchos de los posibles turistas de la Costa Atlántica aún estén indecisos sobre el destino de sus vacaciones.
Como siempre, en el hospedaje es donde más puede diferir el presupuesto: los precios varían enormemente dependiendo de las zonas y del tipo de inmueble que se quiera alquilar. En Mar del Plata, por ejemplo, un departamento de dos ambientes ubicado en el centro de la ciudad costará en la primera quincena de enero alrededor de 2000 pesos. En cambio, el precio de un chalet en el bosque Peralta Ramos, según inmobiliarias del lugar, no baja de los 5500 pesos la quincena. En el Partido de Pinamar –que comprende las zonas de Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló– como en Villa Gesell y Mar de las Pampas los aranceles de las viviendas continúan siendo los más altos de la costa. Según la Secretaría de Turismo de Pinamar, alquilar un departamento de dos ambientes cerca del mar costará por quincena 3500 pesos y un dúplex casi 6000. Sin embargo, para las inmobiliarias que trabajan en la zona, los precios aún son mayores: en Cariló un departamento de tres ambientes frente al mar llegará a costar 6000 pesos y un chalet no baja de los 15.000 pesos la quincena.
Por otro lado, si el destino elegido son los balnearios del Partido de la Costa –desde San Clemente hasta Mar de Ajó–, los precios disminuyen notoriamente en relación con otras playas. Pero si se comparan las tarifas de los hospedajes de esta temporada con las del verano pasado se registran algunos aumentos. En San Bernardo, alquilar un departamento de un ambiente en la calle Chiozza costará no menos de 2000 pesos. Además, muchos de los incrementos en los precios, por ejemplo en los hoteles, se harán “encubiertos”: la habitación para cuatro personas en una hostería de San Clemente, que el verano pasado costaba con desayuno incluido 230 pesos por día, esta temporada supera los 450 pesos. El “beneficio” para los húespedes sería un paquete armado donde estaría incluido, además del desayuno, la cena.
No obstante, alquilar una carpa o una sombrilla esta temporada será, en términos financieros, no menos que riesgoso. Se prevén aumentos de hasta el 25 por ciento en relación con otros años. En Mar del Plata se podrá rentar una carpa desde los 2500 pesos y una sombrilla desde 2200 pesos la temporada. Claro que la “oferta” rige en los balnearios que no tienen servicios extra (como estacionamiento, juegos para chicos, pileta, canchas de vóley, etc.) y que estén ubicados en las zonas más económicas de la ciudad. De hecho, según la Secretaría de Turismo del Partido de Pinamar, el alquiler de una carpa en Ostende varía entre los 2000 y los 2500 pesos sólo en enero. Jorge Riccillo, presidente de la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y Afines de la Costa Atlántica (Cebra), justificó los aumentos argumentando que “los insumos que utilizan los balnearios se han incrementado en casi un 25 por ciento y, además, porque a los guardavidas se les ha incrementado el sueldo en un 30 por ciento”.
Otro de los servicios que registrará aumentos notables es la gastronomía. En la Costa Atlántica comer en un restaurante o tomar algo en un bar costará casi un 25 por ciento más que el verano pasado. “El porrón de cerveza en un bar de Constitución ya está en 12 pesos y estamos en noviembre. No me quiero imaginar cuando empiecen a llegar los turistas: va a ser un asalto a mano armada”, se quejó Juan Carlos, un vecino marplatense consultado por Página/12. Pero en playas como Pinamar o Cariló los precios son aún más alarmantes: un plato de pastas se estima que este verano supere los 40 pesos.
Evidentemente, los aumentos afectarán los bolsillos de los turistas, por lo tanto, es posible que las personas que visiten la Costa Atlántica esta temporada disminuyan en relación con el verano pasado. De hecho, según Miguel Angel Donsini, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, el alquiler de inmuebles en Mar del Plata para el verano 2008-2009 ya muestra una baja del 15 por ciento respecto del verano pasado. Para Donsini, la “situación responde a una indecisión de la gente ante la crisis mundial y su repercusión en el mercado nacional”.
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