Un joven, Gonzalo Javier Arrue, que había salido de un baile de egresados el martes por la noche en Ramos Mejía, había desaparecido pero fue hallado muerto ayer en la madrugada junto a las vías del tren Sarmiento. Luego de identificarlo, los investigadores se mostraron desorientados ya que los objetos personales del joven seguían guardados en el complejo donde se realizó el baile. Horas más tarde, una filmación de seguridad de la empresa ferroviaria parecía revelar que no se había tratado de un accidente. “La filmación de la empresa demuestra que el joven vio que se le acercaba el tren, pero el chico no intentó hacer nada”, dijo un vocero de la empresa.

Mientras tanto, la Justicia de La Matanza aguardaba los resultados de la autopsia de Gonzalo, cuyo cuerpo apareció junto a las vías del ex ferrocarril Sarmiento en Ramos Mejía y cuya desaparición había denunciado su padre. “Estamos esperando los resultados de la autopsia. Por ahora la causa está caratulada como ‘Averiguación de causales de muerte’”, señaló un vocero judicial.

En realidad, inicialmente los indicios dejaban demasiadas sombras en la desaparición del chico, especialmente por las demoras que surgieron entre el hecho que resultó supuestamente filmado y la denuncia de que existía tal filmación o la búsqueda del cuerpo a partir de saber que el tren lo había llevado por delante. Nada de esto sucedió, o se demoró más de 24 horas. La noche del martes, Arrue junto a sus amigos participó de un baile de egresados y sus pertenencias como la mochila y el celular nunca fueron retirados del guardarropas del boliche bailable.

Según la policía “el cuerpo del joven, identificado como Gonzalo Javier Arrue, fue encontrado junto a las vías del ferrocarril a la altura de la avenida Rivadavia y Alvear, de Ramos Mejía”. Personal de la comisaría segunda de Ramos “constató que Arrue había sido arrollado por la formación número 3720 de TBA que hacía el recorrido Moreno-Once”, según sostuvo el demorado informe policial. El padre del joven, Marcelo Jorge Arrue, de 51 años, que reconoció el cadáver, había denunciado que el sábado último, en horas de la mañana lo había visto por última vez cuando se dirigía a visitar a su madre que se encuentra internada en la clínica San Antonio de la Capital Federal, a la espera de un trasplante de intestino.

El padre, en su denuncia, recordó que los amigos de su hijo le manifestaron que el martes a la noche fueron junto al joven a bailar al boliche Still de Show Center, en Haedo y que después no lo volvieron a ver. La denuncia de desaparición del estudiante fue realizada por Marcelo Arrue el miércoles a las 20.

Sus compañeros dijeron que “Gonzalo, esa noche, quedó en reunirse con sus compañeros a la salida del boliche” y que aunque lo perdieron de vista durante el baile “su mochila, su celular y otras pertenencias quedaron en el guardarropa” por lo que “no sabemos si salió por su propia voluntad o si lo sacaron a la fuerza”. Un vocero de la empresa ferroviaria TBA dijo que “todo indica que se arrojó a las vías y que se trata de un suicidio”.