A partir de una denuncia de una joven que logró escapar de un prostíbulo donde era sometida a condiciones de esclavitud sexual, en la provincia de La Rioja, la policía local inició una investigación para determinar la existencia de una red de trata de personas en esa jurisdicción. Por ese caso, fue detenido un efectivo de la policía local.

Los operativos, a cargo de la Unidad de Trata de Personas de la policía de La Rioja, comenzaron esta semana cuando una de las presuntas víctimas, de 20 años, denunció la existencia de la red, aunque lo hizo ante la Justicia federal porque, dijo, la provincial no le quiso tomar la declaración. La Rioja es uno de los territorios señalados por las organizaciones que luchan contra la trata de personas como un “lugar de explotación y tráfico de mujeres y niñas”. Incluso, es allí donde la madre de Marita Verón cree que fue llevada su hija, desaparecida desde 2002.

El oficial principal Fernando Torres, a cargo de la Unidad de Trata de la policía local, dijo que la fuerza inició las actuaciones luego de conocer por “versiones periodísticas” que en la ciudad podía estar operando “una red de trata de personas”.

El domingo, los medios locales publicaron el caso de una joven tucumana, de unos 20 años, quien fue hallada en una ruta catamarqueña cuando caminaba descalza y con la ropa deteriorada. “Me escapé de un prostíbulo de La Rioja, adonde me llevaron hace dos meses para ejercer la prostitución”, relató la mujer.

Al día siguiente la policía detuvo a una persona en un hotel céntrico cinco estrellas de la capital riojana, donde realizaba una selección de mujeres jóvenes para trabajar en otros países. El detenido es un policía que trabajaba en el interior de la provincia, identificado como José Carreño, que estaba “en uso de licencia” en su destino, la localidad de Ulapes, limítrofe con San Luis. A Carreño se le abrió un sumario administrativo, fue detenido durante 24 horas y ahora está libre, aunque sigue suspendido en sus funciones.