SOCIEDAD › PRIMEROS CASOS DE TRANSMISIóN VERTICAL DE LA ENFERMEDAD, EN UN HOSPITAL DE SALTA
Un caso está confirmado: se contagió de su madre, que tuvo dengue una semana antes del parto. El otro bebé tuvo dengue, pero no se confirmó la forma de contagio. Ambos ya están bien. Son los primeros casos registrados en el país.
Dos bebés salteños recién nacidos contrajeron dengue y al menos uno de ello se contagió de su madre. Ambos superaron la enfermedad y están en buen estado de salud. Alfredo Qüereo, ministro de Salud de Salta, apuntó que “si bien todo parece indicar” que se trata de los dos primeros casos de transmisión vertical en el país –que salieron a la luz–, es decir que sus mamás, infectadas, se los transmitieron a través de la sangre durante el período de gestación, “aún resta confirmar el caso de uno de ellos –una niña–, en el que los datos temporales no cierran” pues la madre estuvo enferma, pero meses antes del parto. Los expertos aclaran que en ese caso, el bebé se contagia pero se cura antes de nacer, junto con la madre. La transmisión vertical “no es una presentación frecuente del dengue” y “no constituye un grave problema para el embarazo”, aseguró Alfredo Seijó, jefe del Departamento de Zoonosis del Hospital Muñiz. De hecho, “es mínima”, agregó, la cantidad de casos a nivel mundial en los que trajo consecuencias en el embarazo, como adelantamiento del parto.
Basta que una mujer embarazada sea picada por un mosquito con dengue para que su bebé contraiga la enfermedad, que superará “en el mismo tiempo que la madre”, sostuvo Seijó. Sin embargo, para que un niño o niña nazca con la enfermedad, la mamá debe ser infectada durante las últimas semanas de gestación ya que “el contagio vertical sólo se da en la etapa de viremia de la enfermedad, dos o tres días antes de desarrollar los primeros síntomas y hasta que terminan de aparecer, que es el momento en que el virus circula por el cuerpo”, detalló Qüereo.
Así sucedió en el caso de un varón que nació en Embarcación, una ciudad salteña ubicada a pocos kilómetros de Orán, a principio de marzo. “Por problemas meconiales –aspiración de materia fecal– adquiridos durante la cesárea, el nene debió ser internado en terapia intensiva en el Hospital San Vicente de Paul, de Orán. A los cinco días comenzó con un síndrome febril. Se le realizó el análisis serológico en el hospital y dio positivo al dengue y, como los médicos sabían que la madre tuvo dengue en la última semana de gestación, está prácticamente confirmada la correlación clínica”, explicó el titular de la cartera sanitaria de Salta. Tanto la mamá como el nene están curados y “en perfecto estado de salud”, remarcó. En tanto, no existe la misma seguridad de que se trate de transmisión vertical en el otro caso que se conoció ayer. Se trata de una niña que a tres días de nacer –a principios de abril–, mientras estaba internada junto con su mamá en el mismo hospital de Orán, desarrolló los síntomas de la enfermedad. Qüereo ratificó que la serología de la nena dio positiva, aunque “los tiempos no dan” como para confirmar la transmisión vertical, ya que la madre “estuvo internada en Tarija, Bolivia, por un cuadro cuyos síntomas son los de dengue, pero en enero, casi tres meses antes del nacimiento”, especificó.
Mientras continúan las averiguaciones en el país vecino, para confirmar el contagio de la mujer –que por cuestiones de trabajo suele viajar de forma permanente a Bolivia–, el funcionario sostuvo: “O la madre experimentó un dengue asintomático en la última semana de gestación o la nena sufrió una picadura de un mosquito contaminado en los días que estuvo internada en el hospital, porque está confirmado que tuvo la enfermedad”. De cualquier manera, ambas están curadas.
De confirmarse este último, los casos de los bebés salteños serían los dos primeros conocidos en el país de transmisión vertical de dengue, y se sumarían a la escasa cifra mundial de esa presentación de la enfermedad. Además, Seijó despejó dudas en cuanto a los riesgos de la dolencia durante la gestación: “Son contadas con los dedos de la mano las experiencias en que esta patología ocasionó problemas en el embarazo, como desprendimiento de placenta o adelantamiento de parto. El riesgo es mínimo”.
El ministro salteño fue más cauto: opinó que “son mayores las precauciones y los cuidados que se tienen que tener en cuenta si se trata de un recién nacido, un ser humano mucho más débil que un adulto”.
No obstante, la escasez de casos que sucedieron a raíz de este tipo de transmisión no significa que sea difícil que se produzca, sino que sólo salen a la luz cuando el bebé nace con la enfermedad. Sin embargo, un niño que estuvo en la panza de su mamá mientras ésta fue picada por Aedes aegypti con algún tipo serológico de dengue también tuvo el virus circulando por su cuerpo, con lo cual nace con los anticuerpos. Al respecto, el director de Zoonosis del Muñiz advirtió que “el riesgo de desarrollar el tipo hemorrágico de la enfermedad, el más grave, que presenta el bebé con anticuerpos, es el mismo que corre la población que vive en zonas donde el dengue es moneda corriente. Los recaudos deben siempre ser tenidos en cuenta”.
Informe: Ailín Bullentini.
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