Eran las 9.20 cuando la ministra de Salud Sandra Mendoza se sentó en la Cámara de Diputados chaqueña. En el recinto se desplegaron algunas pancartas: “Llegó el dengue. Gestión Capitanich”, “La mentira mata” y “6 de mayo, Día de la Inoperancia” (por la fecha que el gobierno provincial declaró jornada de lucha contra la enfermedad). Mendoza dijo que “nadie puede predecir epidemias” y anunció que, antes de responder preguntas, haría un informe “pormenorizado y exhaustivo” de la gestión que comenzó el 14 de noviembre. Cuatro horas después la oposición abandonó el recinto y dejó la sesión sin quórum, en vistas de que la exposición continuaba como monólogo inquebrantable. “Está divagando y faltándole el respeto a la gente, porque en lugar de explicar cómo llegó a la provincia esta grave epidemia de dengue, está hablando de programas reproductivos y materno-infantiles”, dijo la diputada Marisa Lizárraga. Tras una negociación los diputados regresaron y la sesión continuó. Al rozar las 10 horas, Mendoza seguía brindando su informe. “Quiere cansarnos”, interpretó Hugo Matkóvitch, de la Alianza Frente de Todos. Al cierre de esta edición, a doce horas de iniciado el encuentro, la interpelada seguía sin dejarse interpelar.

Al llegar, Mendoza refirió que se encontraba en el recinto con “humildad” y agradeció “la posibilidad de discutir, debatir, en tono respetuoso y absolutamente con rigor científico y académico”. Luego, reconoció que el dengue “es una epidemia” en su provincia, pero que se “intervino en forma precoz, antes de que se inicie el riesgo en la población”. Sin embargo, agregó, “se han publicado informaciones erróneas, sin rigor científico, pretendiendo aumentar la sensibilidad”. Por gestión de su ministerio, informó, el 21 de noviembre de 2008 “todos los centros de salud tuvieron folletos informativos”, al tiempo que desde su asunción se trabajó en “fortalecer el cronograma de vacunación”, algo que hace “más fácil detectar los casos de dengue para su tratamiento”.

El dispositivo de seguridad fue tan hermético que no lograron franquearlo ni los periodistas acreditados. Promediando las cinco horas de exposición, el aliancista Hugo Maldonado intentó horadar la verborragia de Mendoza, al reclamarle que se circunscribiera al temario de siete puntos establecidos para la interpelación. “Nuestro reglamento y la Constitución provincial son claros y establecen que la ministra podrá referirse al tema sin límites de tiempo”, defendió el diputado Juan Chaquires. El informe continuaba al cierre de esta edición, a más de 12 horas de iniciado.